Elotes y Ovejas

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Jeongin observó a un fastidiado y molesto Changbin en el fondo de la taberna con una cerveza en mano y tomando de esta en ocasiones. Así que se acercó a él con toda la intención de hacer que se divirtiera, así como lo estaban haciendo ellos.

—Binnie hyung...—canturreó imitando el tono de Felix. Changbin lo miró molesto y le lanzó una cuchara que estaba a su lado—. Vaya que violento, hyung.

—¿Tú qué? ¿Qué vendes o qué?—le dio el último trago a su cerveza y la dejó en la barra.

—Vamos a bailar—pidió a la vez que tomaba a Changbin del brazo con ambas manos. El mercenario lo vio disgustado y puso resistencia cuando Jeongin comenzó a jalarlo—. ¡Vamos, hyung! ¡Diviértase!

—Yo no bailo—dijo en un intento de sacarse al menor de encima.

—¡Pero si todos están bailando!— insistió el azabache, Changbin murmuró un «No me importa» así que Jeongin recordó que había visto a Felix con un chico y como había atrapado a Changbin mirando a Felix con unos ojitos, y vio la jugada perfecta— ¡Hasta Felix está bailando con alguien!

Changbin dejó de poner resistencia cuando escuchó aquellas palabras ser pronunciadas por Jeongin y se dejó llevar a la pista, aunque sin antes soltar un desinteresado «Da igual»

Llegaron a donde se suponía que era la pista y lo único que hacía Changbin mientras Jeongin se encargaba de moverle los brazos era mirar a todos lados.

—¿Dónde estás Gatito rojo?—murmuró Changbin mirando a su alrededor.

—¿Quién?—la confusión en la voz de Jeongin se hizo presente y Changbin se maldijo mentalmente por pensar en voz alta. El azabache al ver al mercenario diciendo cosas entre dientes, se dio cuenta de quién era y sonrió con malicia— ¿Felix hyung? Creo que lo vi saliendo de la taberna con el chico. Iban muy sonrientes.

Changbin se giró con violencia hacia Jeongin y éste se percató del ceño brutalmente fruncido y la rigidez de la mandíbula del mercenario. Jeongin sintió escalofríos recorrerle cuando la gélida y filosa mirada de Changbin se clavó en la suya. Daba miedo, sí.

—¿Qué dijiste?—su voz salió ronca y arisca.

En ese momento, Jeongin estaba pensando en qué dejarle en su testamento a Minho. Porque cuando Changbin se entere que le hizo una pequeña e inocente broma, no quedarían rastros de él.

—Hey—habló una tercera voz y Jeongin agradeció a Chan su presencia. Lo abrazaría después—, ¿Alguien sabe quién es el chico con el que se fue Felixie? Ah... le he dicho que no hable con extraños...—refunfuñó Chan.

—¡¿Si se fue?!—gritó alterado el menor de todos. Se supone que era una broma para Changbin.

—¿Para dónde se fueron?—preguntó Changbin. Chan se encogió de hombros preocupado.

—No deben estar lejos.

Changbin se deshizo del agarre de Jeongin y salió de la taberna a paso rápido de la taberna; se supone que no lo perdería de vista. Lo tenía en la mira y en unos segundos ya no estaba, pensó que estaba con Chan así que no se preocupó. Felix sabía cuidarse solo, sí, pero Changbin quería... ¿protegerlo? Carajo, claro que quería hacerlo.

[...]

—No... suélteme, yo quiero ir con mi hyung...—sus palabras se arrastraron un poco—. Binnie hyung...

—Te aseguro, cariño...—lo miró con deseo de abajo hacia arriba— que conmigo la pasarás mejor.

—¿Sabes cantar?—cuestionó inocente a la vez que lo miraba con los ojos un poco más abiertos de lo normal.

𝙱𝚘𝚍𝚊 𝙴𝚚𝚞𝚒𝚟𝚘𝚌𝚊𝚍𝚊 |𝙲𝚑𝚊𝚗𝚐𝚕𝚒𝚡| (𝙰𝚍𝚊𝚙𝚝𝚊𝚌𝚒𝚘𝚗)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora