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Cuando llegué a casa, por suerte estaba solo. Me quité la ropa en la puerta y entré al baño para tomar un largo baño agradable antes de que él acaparara. Después de mi baño, me puse mi pantalón de pijama y fui a la cocina a buscar el menú para pedir pizza. Estaba a medio camino de marcar el número cuando oí que la cerradura de la puerta delantera giró, seguido de un golpe. Me encogí de hombros sabiendo que Jeno (no creo que sea apropiado llamarlo Sr.Jeno en mi cabeza siendo que ya lo vi desnudo) tenía una llave. Pensando que era Chenle, me acerqué a la puerta para abrirla.

—Chenle, ¿perdiste tu... ? Oh, señor Jeno. —musité. 
Hm, está haciendo frío en el pasillo. Me hice a un lado y lo dejé entrar. Me miró durante un momento antes de aclararse la garganta. 

—Olvidé mi llave en el trabajo. —dijo y yo asentí con la cabeza y me di media vuelta para evitar que se repita el mal uso de las palabras como esta mañana. Volví a marcar el número de la pizza y esperé a que alguien contestara. Mientras pedía mi pizza, pensé en el Sr. rígido -¡oh! Mal uso de palabras- si ya había cenado. 

—Señor Jeno, ¿quiere pizza también? —le pregunté. Él apartó la mirada de la TV y me miró de soslayo. 

—De pepperoni está bien. —accedió. Entonces le di la orden al trabajador y colgué la llamada. 

—Tu mitad serán 600 wons —dije, siendo eso la causa de su gruñido. Me encogí de hombros y me rasqué el estómago. Espera... ¡no siento ropa allí! Miré hacia abajo. ¡No estoy usando una maldita camisa delante de mi jefe! Cómo una niña que todavía no llega a la pubertad, cubrí mi pecho y corrí a mi habitación para tomar una camisa. 

—¡Mierda, mierda, mierda! ¡Probablemente piensa que estoy tratando de seducirlo! —maldije en voz baja. Me puse la camisa por encima de mi cabeza, tirando de ella hacia abajo más allá de lo necesario. Tocando mis mejillas que estaban muy calientes, volví a la sala y me senté en la silla. Me mordí el labio cuando él no dijo nada al respecto.  Bueno, ¿qué es lo que se supone que diría Jeno? 
—"Te ves sexy, ven aquí para que te pueda follar en el respaldo del sofá."  ¿Eso? Pfff, no.
Me sonrojé sin embargo, y me cubrí la cara con las dos manos. ¿Qué estoy pensando? 

—Si la pizza llega antes de que termine con mi ducha, simplemente déjala en la mesa. —su voz grave interrumpió mis pensamientos.  Se levantó y fue directo al cuarto de baño. Pude oír la cerradura de la puerta abrirse y cerrarse un par de veces, lo que significaba que estaba asegurándose de que estuviera bien cerrado. ¡Ni que fuera a entrar mientras se ducha!

Estiré los brazos y las piernas por todo el
asiento. Justo en medio de mi patético día, mi teléfono sonó:
—Una persona muy miserable al habla. —dije a la hora de contestar. Una carcajada fue la respuesta inmediata. 

—Ay, pobre Jaemin. —dijo Chenle. Rodé mis ojos. 

—Puedes empezar por sacar una varita mágica para hacer que mi jefe desaparezca. —le pedí. Una varita mágica o un asesino a sueldo. 

—¿Está allí ahora? 

—Sí... ¿por qué? 

—Porque estoy a dos minutos de tu casa y quiero conocerlo. 

Seguro voy a ser despedido. 
—Chenle, por favor no lo hagas. Ya me he avergonzado lo suficiente por un día — y sí que lo he hecho.

—Demasiado tarde, estoy por entrar. —colgué la llamada y corrí hacia la puerta como si fuera el mismísimo Usain Bolt, terminé presionando la espalda en ella.

—¡No puedes! No me hagas llamar a Ren.—

—Puedes llamarlo, pero no podrá hacer nada ya que él está en casa de su madre. Abre la puerta. —ah, qué buena excusa.  Suspiré y me di la vuelta para abrir la puerta. Del otro lado estaba un sonriente Chenle sosteniendo una caja de cerveza. 

Devil BossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora