AU Fantasy. °•Dekukatsu•°

アラート.

-¡Kirishima!

-¿Qué sucede, cariño?

Eso es lo que pueden entender ustedes. Pero fue dicho en una lengua fuera de la comprensión del pecoso. Solo el pelirrojo pudo entender aquellas palabras provenientes de la muchacha.

-¡Katsuki! A-algo le ocurre a Katsuki.

Los ojos rojizos perdieron su brillo de un momento a otro. El antes mencionado pensó en un millón de escenarios posibles, todos en los cuales su mejor amigo estaba puesto en peligro.

-¡Andando!

Ambos retomaron camino al interior del bosque. Corrían a una velocidad increíblemente rápida, con saltos largos, haciendo que visualmente pareciera que volaban, permaneciendo mayor tiempo en el aire que cualquier otro ser.

Dudó mucho de su decisión.

Pero parecían muy asustados. Y quizás podría ofrecer de su ayuda. Por lo que, siguió con dificultad su veloz andar.

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-No creí que nos seguiría... Es un humano tonto.

-¡Está causando más problemas de lo esperado! Debería haberse cansado hace minutos.

La realidad era, el pecoso sí estaba en sus últimas. Perseguir a ese par le estaba costando muchísimo, ya sentía el peso extra en sus piernas aumentando cada vez.

Percibía el cambio de ambiente, el aire era mucho más pesado, mucho más cálido. La tierra que pisaba cada vez era más seca y la cantidad de árboles cada vez menos. Ya no estaban dentro de los bosques fronterizos.

Al desconcentrarse por observar su alrededor, perdió de vista a Kirishima y su acompañante. Para luego oír gritos graves, guturales. Dejó de correr para caminar muy lento, tanteando la zona en la que estaba.

Habían carpas por doquier. Estas, de colores oscuros, cubiertas por pieles de variados animales. Indicios de fogatas apagadas, el suelo desgastado por el sendero que conducía a quién sabe qué... No podía describirlo como era debido, pero era más que claro que había entrado en una tribu.

En el centro, de color rojo, había una carpa inmensa, cubierta de símbolos y cuero. Con dos antorchas de cera a cada lado, apagadas. La gente estaba reunida en semicírculo alrededor de esta, aumentando al triple su curiosidad.

Recurrió a esconderse entre una pila de... Supone ropa, no era tela, pero parecían prendas. ¿Por qué todo en ese lugar iba relacionado a cadáveres de animales? Pobre de su estómago de débil vegetariano.

Los gritos cesaron, para luego oírse algo más parecido a... ¿Gruñidos? ¿Acaso era una bestia que habían capturado? Esto inevitablemente produjo que arquee una ceja. Tomó entre su índice y pulgar su labio inferior, para murmurar una serie de hipótesis y cuestionarios hacia su misma persona.

¿Por qué había seguido a dos desconocidos sin conocer su dirección ni paradero?

¿Por qué se había alejado tanto de su hogar sin razón aparente?

¿Por qué seguía ahí?

Dolor. Sintió su cuero cabelludo ser estirado de manera inesperada, fue levantado del suelo como si fuese un simple pétalo... El peligro lo hizo levantar la vista. En cuanto divisó la imagen, cayó al suelo. O más bien, lo tiraron.