夫.

183 28 7
                                    

¡ESCUCHA VIEJA BRUJA!, NO ME VOY A CASAR CON NADIE. NO NECESITO UNA PAREJA PARA PODER VIVIR, ¿BIEN?-.

¡No volveré a discutir por esto, Katsuki!

—¿¡Entonces por qué trajiste a este tonto humano!? ¡Se siente su aroma a mundano a continentes de distancia!

—¡Es momento de que te decidas y te comportes como un hombre!

—¡Soy un hombre!

—¡No lo pareces gritándole así a tu madre! Masarou, cariño, ¿podrías ayudarme un poco con este engendro de dragón salvaje?

—Hijo mío, tu madre tiene razón, el tiempo se acaba y es necesaria la alianza con la gente del bosque.

—¿También estás de su lado, Viejo?

Alzó los hombros en respuesta, soltando un ligero suspiro. Un pecoso de metro sesenta esperaba a su cruel destino escuchando la conversación que tenían los desconocidos con una ligera sonrisita.

Era quizás un poco tierno que los padres del chico se preocupen tanto por su vida amorosa, probablemente por costumbres, lo que para nada era lindo es que lo secuestraron mientras hacía su revisión matutina al bosque juntando algunos frutos.

Mientras, Katsuki gritaba sin ni una gota de pudor frente a las cinco muchachas de su tribu frente a él, todas dispuestas a dar su mano en un casamiento donde él sería el esposo.

Y una mierda, joder.

Estaba cansado de que su madre pusiera tanto empeño en que esté atado por siempre a una muchacha que a penas conocía. Los casamientos para él era una ceremonia de unión, donde si no había amor de por medio entre ambas personas, todo el propósito del evento no tendría ni un mínimo sentido.

Al ser el próximo líder de su tribu, debía tener un acompañante, o más específico una pareja. Para luchar al lado de ella, para obtener consejos y otro punta de vista.

Sin decir, que obviamente tendría amor y apoyo tanto emocional como físico. Más allá de eso, sería quien lo acompañase en las siguientes vidas, por ello era tan importante y prestigioso el dicho evento.

Puras pendejadas para él. No necesitaba apoyo ni consejos de nadie, podía hacerlo todo por sí mismo. No necesitaba mimitos y mucho menos un "buen día", al despertar. No, para nada. Menos tener que soportar a una persona no solo toda una vida, sino las que le siguen a esa, por toda la eternidad.

Podía hacerlo todo por su cuenta. Tenía planificado prácticamente lo que le quedaba de vida y el amor no entraba en sus planes. Quería ser el mejor líder que su tribu algún día pudo haber tenido, superando a su madre y pisoteando las costumbres de su padre.

Porque sí, su madre Mitsuki Bakugou era la líder. Su padre Masaru, se casó con ella por su mismo problema, con el fin de tener un rey a su lado Mitsuki se casó con Masaru a pesar de ni siquiera haberse conocido anteriormente. Forjaron la paz entre ambas tribus, y ahora era el turno de Katsuki.

Pero se rehusaba con todas sus fuerzas a casarse con desconocidos, por lo que tomaron otras medidas ofreciéndole a Katsuki muchachas de su misma tribu.

Aunque, nuevamente, se negó.

Mitsuki ya estaba cansada de que su terco y estúpido mocoso sea tan... Bueno, como es.

Ya no sabía que carajos podía hacer para que su hijo encuentre el amor ya que ella, en cambio, se enamoró a primera vista de Masaru. Declarando su amor con dos simples palabras, una única frase.

AU Fantasy. °•Dekukatsu•°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora