El reloj no para, las horas pasan,
el tiempo cansa, la vida desgasta, palabras y más palabras.
Y de qué sirve si las que tenía que haber dicho no las dije.
Y de qué sirve si no he pasado el umbral de una pena que no existe, puesto que nadie la puede ver.
Anticipa el futuro,
replantea el presente,
olvida el pasado,
como si todo eso fuera tan sencillo.
Todo lleva tiempo
y es un tiempo que ya no tengo.
Claudicar es una puerta abierta, modificar sobre la marcha
es otra arriesgada espera.
Trato de poner todo sobre la mesa
y aun así salgo perdiendo,
segundo tras segundo
la vitalidad del cuerpo va
disminuyendo.
La meta parece lejos,
más corto es el tiempo,
mis recuerdos no me alientan,
me dejan tendiendo.
No soy el mejor hombre del mundo.
No soy el mejor hombre del mundo.
No soy el mejor hombre del mundo.
Soy el preámbulo de un fracaso anunciado por un tumulto de malas decisiones.
Demonios en mi cabeza
me machacan hasta las orejas,
sí el miedo fuera comida,
la rutina me alimentaría con ello todos los días.
Y sé que no se refleja,
sé que no lo notas,
yo también he hecho mi trabajo,
he tratado de ocultarlo.
Nunca lo podré ser.
No podré ser eso que tú llamas ideal.
No puedo ser el mejor hombre del mundo.
No puedo ser el afortunado y radiante hombre que todos quieren.
No puedo ser lo que todos creen conveniente.
No me pidas volver a ser algo que no fui jamas.
No puedo ser el mejor hombre del mundo.
No soy el mejor hombre del mundo.
Sí yo fuera el mejor hombre del mundo,
no habría dicho nada de esto.
Sí yo fuera el mejor hombre del mundo,
cada una de estas palabras serían irrelevantes.
Sí yo fuera el mejor hombre del mundo,
ten por seguro que estarías orgullosa de mí.
Sí yo fuera el mejor hombre del mundo,
no me importaría lo que ellos pensaran.
Sí yo fuera el mejor hombre del mundo,
seguirías a mi lado.
Sí yo fuera el mejor hombre del mundo,
le cerraría la boca a todo aquel que me ha criticado.
ESTÁS LEYENDO
Mi Introspección
PoetryUna mirada al fondo de mi alma, un viaje hacia los sentimientos más entrañables dentro de mi ser. La búsqueda del sentido en el punto más recóndito de mi existir. Y es que hasta mi existir se vuelve incógnita. Mis sentimientos se convierten en pesar...
