Un recuerdo y un sueño.

1.2K 155 3
                                    

Narr. shen yuan 

El día de mi onceavo cumpleaños el sistema decidió regresar solo para decirme que mi primera misión era volverme discípulo de la secta Cang Qiong casi me atraganto con mi comida al leer eso, que ironía lo que yo quería era alejarme de ahí, maldito sistema, al decirle a mis padres estos parecían entre emocionados y preocupados pero apoyaron mi "sueño"  de convertirme en un cultivador, las selecciones serían pronto así que me puse a estudiar y a entrenar mi resistencia física todo lo que pude durante un mes, después partí hacia la montaña donde se encontraba establecida dicha secta, estaba nervioso por la prueba para ser escogido por al menos uno de los señores, lo que mas me preocupaba era la parte física nunca fui bueno en eso, parece que ese habito no había cambiado aun después de transmigrar, me encantaba pasar mi tiempo libre en la biblioteca que los shen tenían en casa la cual aparentemente estaba bastante completa junto con los libros que mi padre me traía después de cada viaje desde que vio mi nuevo interés por los libros,  además de que recibía clases de un tutor privado, esto me ayudo mucho a adaptarme a mi nuevo mundo, agradecía internamente que los padres de este cuerpo tuvieran suficiente dinero como para ofrecerle una buena educación considerando su entorno actual, por lo cual descuido su fuerza física, al momento de partir mis padres y el personal de la casa me desearon suerte agradecí el gesto y parti decidido a hacerle frente a esta misión.

El carruaje en el que iba paso un bache y pegue un brinco cayendo con algo de fuerza, ahora mis posaderas dolían, genial como si no tuviera ya suficientes problemas, cómo si mis nervios no fueran suficiente tortura, empecé a sentir un poco de sueño así que me dispuse a intentar dormir, sentía como el carruaje se mecia ligeramente, lo cual de cierto modo me estaba ayudando a quedarme dormido.

No supe en que momento me había quedado dormido, la luz del sol que alcanzaba a filtrarse por la cortina y me daba en el rostro empezó a molestarme, me di cuenta de que estábamos por llegar cuando me asome por la ventanilla y vi que estaba en la ciudad que se encontraba a los pies de la montaña Cang Qiong, la terrible sensación de nervios regreso, mis manos empezaron a temblar ligeramente, el carruaje se detuvo delante de la posada en la que me quedaría, el cochero de la familia me ayudo a bajar y luego me entrego mi equipaje, el cual era una bolsa con un cambio de ropa, aun que yo mismo podía tomarlo él se adelanto.  

-Buena suerte joven shen yuan- se inclino y después volvió a subir al carruaje. 

-Muchas gracias señor yang- dije un poco fuerte para que lograra escucharme y me incline antes de que el carruaje empezara a andar otra vez, me quede ahí parado hasta que ya no pude verlo y un poco mas, me decidí a entrar de una vez, le pedí una habitación a la joven señorita en el mostrador y después de pagar ella me entrego las llaves de el que seria mi cuarto hasta el día de mañana, al llegar a la habitación me recosté en la cama tratando de calmar mis pensamientos, todo estaba en silencio, el sistema no ha aparecido desde el día de mi cumpleaños  ni aunque yo intentara comunicarme con él, inútil, realmente inútil, después de un rato me di cuenta de que no estaba teniendo éxito en el intento de calmarme así que supuse que lo mejor era salir a hacer turismo y distraerme un poco, lo cual funciono la ciudad estaba algo animada, después de ver unos cuantos puestos entre a una tienda que vendía joyería, después de ver por un rato llamo mi atención una horquilla de jade color verde agua la cual tenía unas cinco bolitas del mismo material y color colgando de ella unidas por unas cadenitas de plata, al menos eso dijo el vendedor, parecía bien elaborada me recordó a una que le regale a mi hermana en su doceavo cumpleaños en mi vida pasada, sin pensarlo mucho termine comprándola, ya era un poco tarde así que regrese a la posada, después de cenar tome un baño, al salir cepille mi cabello y me puse mi túnica interior después me fui a la cama mañana era un día importante.  

De pronto estaba en mi antigua escuela secundaria, comprendí al instante que se trataba de un sueño cuando pude verme a mi mismo tirado frente  a unos chicos significativamente mas altos que yo en ese entonces, así que se trataba de ese momento he?, uno de los chicos frente a  mi era un amigo de la infancia que tuve en mi vida pasada, que al entrar a la secundaria empezó a molestarme, yo no sabia la razón, ese día explote, mi yo del piso se levanto del suelo y se aventó hacia el que había sido su mas grande confidente dándole unos cuantos golpes mientras él otro trataba de quitárselo de enzima los demás chicos trataban de separarlos pero al ver que no podían salieron en busca de un profesor, al estar solos paro de golpearlo el chico ya no intentaba quitarlo de enzima solo se cubría la cara y lo miraba con miedo y un poco de enojo

- Porque ? dime porque cambiaste? acaso no eras mi amigo?- no podía dejar de llorar, el chico se destapo el rostro y escupió un poco de sangre a un lado

-Amigo? yo nunca te considere mi amigo, mis padres me obligaron a juntarme contigo para tener conexiones con tus padres- con cada palabra sentía como algo se hacia pedazos poco a poco dentro de mi tal como en ese entonces - tú nunca me caíste bien- lo demás ya no lo escuchó, se había perdido, era increíble como al ver esa escena volvía a sentir ese terrible dolor en su pecho, su yo de secundaria se levanto y salió a paso lento del salón dejando solo al chico que todavía se encontraba en el suelo, se sentía sofocado, no podía creer que todos los momentos que compartieron solo fueran una farsa, al llegar  a la salida del colegio vio que estaba lloviendo pero en ese momento no le importaba y salió ignorando la vocecita que le decía que después se enfermaría y probablemente recibiría un regaño por parte de sus padres, no sabia a donde iba solo camino, hasta que paro en seco y lloro como nunca había llorado en su vida.

Desperté exaltado, todavía no salía el sol, sabiendo que no podría volver a dormir decidí alistarme para ir a la prueba, ese sueño me había dejado un sentimiento amargo, me limpie la cara y seque mi cuerpo con una pequeña toalla que había en la habitación, me vesti realmente lamentando el no poder darme un baño, salí de la habitación listo y motivado, le deje las llaves a la señorita que estaba en la recepción y salí de la posada.

Al llegar al pie de las escaleras para llegar a la sima de la montaña toda motivación y positivismo se esfumo no era el único subiendo así que intente no hacer el ridículo, lo cual dejo de importarme como a mitad del camino cuando mi respiración ya era algo errática, aún así seguí y seguí subiendo, no se como pero llegue a la sima temblando como una gelatina, la prueba aun no comenzaba así que pude recuperarme un poco antes de entrar  al examen, de verdad espero poder entrar no hacerlo me quitaría un número irracional de puntos, al parecer el sistema aparte de inútil era un estafador, bueno ha hacer esto de una vez por todas.                                                    

ConociendoteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora