Nueva amenaza

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Narr Shen Jiu 

Después de obtener el permiso tanto del líder de secta como de nuestro Shizun solo quedaba hacer los preparativos, hemos estado muy ocupados con eso, desde elegir las invitaciones adecuadas hasta nuestra ropa, por lo que nuestro tiempo a solas ha disminuido considerablemente para mi gran consternación ya ni siquiera duermo a su lado, desde aquel incidente en el baño Shen Yuan se ha mostrado más cauteloso, algo que agradezco en secreto, sigo diciendo que quiero hacer las cosas bien, si estuviera lo suficientemente cerca de él me sería bastante difícil por lo que acordamos dormir en nuestras propias habitaciones, ahora que somos conscientes de que hay deseo mutuo las preocupaciones de ambos se fueron en una dirección diferente, en vez de dudar de los sentimientos del otro, ponemos en duda nuestro autocontrol, así que los dos creímos que esta sería la mejor solución, sería una tortura aún más grande tener que dormir a su lado en este momento que en el pasado, si en aquel entonces no guarde de todo la compostura mucho menos en este momento

- ¿En qué piensa Lord Shen? ¿hay algo que le preocupe? - madame Yuna es una de las mejores modistas y además fue recomendada por las damas del burdel, Shen Yuan y yo acordamos mandar a confeccionar nuestras túnicas aquí, por lo visto su fama de ser bastante observadora no es mentira, solo ha sido un momento, pero parece que se ha dado cuenta de mi leve lapsus, normalmente puedo mantener mi mascara y parecer calmado ante los demás, parece que fui un poco descuidado

-No se preocupe dama Yuna, solo estoy un poco nervioso- ella asintió con una sonrisa cálida en el rostro y me dio tres palmaditas en el hombro de manera comprensiva

-Es normal Lord, pronto contraerá matrimonio con un joven muy apuesto, sería extraño que no estuviera nervioso- ella tenía la razón, había estado intentando ocultar lo nervioso que estoy, cosa que no puedo lograr ante los ojos de una mujer mayor con tanta experiencia, Shen Yuan salió del probador vestido con su hanfu rojo echo a medida con un ligero rubor en el rostro y sin mirarme, se ve tan hermoso que por un momento me robo el aliento, el bordado dorado favorece con sus rasgos, con su esvelta figura y con su largo cabello, por un momento me sentí tan pequeño y tan expuesto, ya lo sabía, pero aun así verlo solo hizo que recordara vívidamente lo mucho que lo amo, tuve que reprimir la oleada de cariño y deseo que sentí, no me moví e intente aclarar mi garganta antes de hablar 

-Te ves hermoso- me miro directamente a los ojos sorprendido por un momento, para después volver a apartar la mirar con una sonrisa en el rostro y un rubor más marcado

-Pero que linda pareja, sus túnicas serán enviadas en cuanto terminé los últimos ajustes- comento la dama Yuna con clara satisfacción, me permití observar un momento más a Shen Yuan antes de dirigir mi atención hacia ella y agradecerle por el gran trabajo, mi futuro esposo volvió al vestidor para cambiarse de túnica, al salir parecía estar más calmado, pero igual de feliz, ambos salimos del local después de pagarle a la dama Yuna 

-Ya que estamos aquí -empezó a decir con tono algo tímido - ¿te parece bien si paseamos un rato? - me miro de forma expectante, por supuesto mi respuesta es un "si", pero ¿porque no jugar un poco?

-De haber sabido que mi shixiong querría tener una cita hoy me hubiera preparado mejor- su mirada de sorpresa paso rápidamente a una avergonzada, mostrando una bella sonrisa un instante después

-Estas perfecto A-Jiu, no importa lo que te pongas, tampoco el lugar, eres un deleite para todos mis sentidos- zorro astuto, ¿cómo puede decirme todo eso con una mirada inocente mientras que en lo profundo de sus ojos hay algo más apasionado asomando las narices? -vamos Shidi, tu shixiong te comprara algo delicioso- tomo mi mano y camino hacia los puestos, no podía prestarle atención a nada más que no fuera su bella sonrisa.

-Me va a volver loco.

-Pero que dramático, A Jiu , su boda es el próximo mes, has esperado tanto, no creo que un mes más te afecte tanto- la dama Eira se burló de mi gran pesar, me preocuparía que no lo hiciera, es su forma de ser y no por eso se preocupa menos por mí que las otras damas 

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