- ¡Que horrible te ves Bruno!- Exclamó Hale al verlo entrar.- Por tu cara estoy segura que pudiste hablar con Jhoma pero no hubo acuerdo...-
- Lo siento Hale, pero no estoy para bromas ni sermones, creo que sólo me quedaré a esperar nada.- respondió él desplomándose en el sillón.
- Eres una gran persona.- Susurró Hale palmeando su hombro mientras pasaba por su lado.- Jhoma no será tan tonta para casarse con el idiota de su novio. Sólo espera y veras.-
- Oye, porque no te apresuras mujer...llevo media hora esperando a que salgas...- Grito Logan desde la puerta.- Deja el psicoanálisis para más tarde si quieres conseguir ese departamento.-
-¿Cuál departamento?- pregunto Bruno desconcertado.- No te sientes a gusto en esta casa? No te guardes nada, si tienes algo que decir, dilo.-
- Amo esta casa, desde antes que ustedes vinieran a vivir aquí, pero necesito mi propio espacio, yo sé que no molesto para nada, pero no es justo abusar de su ayuda.- Logan puso sus ojos en blanco como si lo que dijera, fuera insignificante.
Hacia un tiempo que Hale vivía con ellos pero, aunque se sentía a gusto en esa casa, simplemente llego a la decisión de continuar sin la ayuda de nadie. Trabajaba muy bien en el restaurante de Logan y su salario era lo suficiente para subsistir. Logan la protegía y la acompañaba en todo momento, y aunque en cierto modo le molesto su decisión de vivir sola, lo acepto sin objeciones.
Llegaron hasta una avenida a tres calles del restaurante, un edificio blanco con el piso en color negro resaltaba entre los aburridos edificios de ambos lados. Espejos, paredes de vidrios y unas llamativas plantas decoraban la entrada. Hale se bajo del auto y camino hacia la entrada, mientras tanto, Logan se quedo en su sitio, si bien le daba curiosidad, no quería participar del recorrido ya que, eso lo molestaría aun mas.
Logan vio de lejos que hablaba con un hombre quien señalaba a otra persona, y una mujer de mediana edad la recibió y se estrecharon las manos. De repente Hale gira la vista hacia él, como buscándolo, y haciendo un gesto le hizo seña para que se acercara. Éste solo negó con la cabeza y continuó mirando un punto infinito.
Hale volvió al auto con efusiva calma, tratando de no perder la paciencia y golpeó a penas el vidrio de la ventanilla del automóvil.
- ¿Qué crees que estas haciendo?- Preguntó ella tomando un ruidoso aire.- ¿No quieres ver el departamento?-
-Prefiero que vayas tu sola. - Contestó sin mirarla.- No debería entrometerme en tus asuntos. Ya tomaste la decisión de vivir sola, creo que estaré de mas si eres tu quien vivirá aquí.-
Hale lo miró desconcertada unos segundos, pensando en aquellas palabras. Luego se dio cuenta a que se refería y comenzó a reír. El rostro de Logan estaba totalmente serio y no emitía sonido. Ella sonrió aun mas porque, quizá para algunos era algo que molestaba, pero para ella, era algo que la atraía. Amaba ese rostro serio y enojado, lo hacia ver aun mas tierno. Tomó la manija de la puerta y la abrió, buscó su mano y lo obligó a salir del auto. A ciegas cerró de un portazo sin quitarle la vista a los ojos de Logan.
- ¿Tu creías que me iba a venir a vivir sola, y dejarte solo la mayor parte del día?- Exclamó ella con picardía.- Estás loco si piensas que voy a dejar que te libres de mi fácilmente. Busqué este departamento que sea para los dos. No quiero vivir sola, quiero vivir contigo. No estoy obligándote a casarte ni nada de eso, solo si no funciona, podrás volver a tu casa y listo.- Soltó con seguridad.- ¿Qué dices?¿Probamos vivir juntos?-
La mirada de Logan cambió de un segundo a otro. Sin decir nada, podía notarse que se le había colmado el corazón, un invisible alivio lo invadió y la abrazo con fuerza. Su Pequeña Hale había crecido, había madurado, y para sorpresa de él, la tenía a su lado. Estaba feliz y no hacía falta decirlo, una sonrisa bastó para hacerle entender a ella, que su felicidad no cabía en su pecho. Ella tomó su mano y lo guió hasta la entrada, donde los esperaba aquella señora que les mostraría el lugar.
El lugar era bastante acogedor. Se encontraba en un quinto piso y desde la entrada se podía disfrutar de una hermosa vista a la ciudad por un ventanal que era el alto del departamento y casi el ancho del mismo. Dos habitaciones amplias, una cocina un comedor y un baño moderno. Cruzando el enorme ventanal tenían un balcón lo bastante ancho como para sentarse a desayunar. Hale entraba y salía de las habitaciones mientras señalaba los rincones como si realmente estuviese viendo muebles y electrodomésticos allí.
- Ahí puede ir el escritorio con la computadora, en esa pared podríamos colgar el televisor y allí un sillón que podríamos comprar...- Dijo ella con un tintineo al final de cada frase. Realmente estaba muy emocionada y no era para menos. Logan solo la observaba y asentía con la cabeza todo lo que ella decía.- No me estas ayudando mucho que digamos...- Soltó ella mirándolo con una leve molestia y el solo sonrió.
-Me encanta el departamento y me gustan tus ideas, no puedo negarte nada.- Dijo Logan y se acerco a ella. Sin importarle la presencia de la mujer que les mostraba el lugar la abrazo por detrás susurrando cerca de su cuello donde deposito un dulce beso.- Todos tus deseos son ordenes para mi.-
Durante esa semana se dedicaron a preparar todo para la mudanza. Y ninguno se percato del estado de animo de Bruno. Días posteriores al encuentro con Jhoma, se había resignado a obtener una respuesta, por lo tanto solo siguió adelante con su vida. No la buscaría mas, no la llamaría, ni la molestaría. Todo lo que el tenia para decirle estaba dicho y si ella no había dado ninguna señal, estaba todo dicho.
Bruno se encontraba solo en el living, mientras escuchaba unos audios que no había podido escuchar durante el día. Generalmente los viernes estaba solo, ya que Logan y Hale estaban hasta muy tarde en el restaurante. Se dijo a si mismo que no volvería a beber vino, pero sus pensamientos lo estaban llevando a beber al menos una copa.
Selecciono una botella de las tantas que tenia en un pequeño mueble y tomo una copa, descorcho con delicadeza y sirvió a penas un poquito del liquido violeta que ya emanaba su aroma típico. Giro la copa, miro detenidamente se color, absorbió el aroma y antes de pegar sus labios a la copa suena el timbre de la casa. Con un suspiro de molestia apoyo la copa en la mesa y fue a ver quien rayos se atrevía a molestar a esa hora.
-Mas te vale que seas tu Diego!- Dijo en voz alta, advirtiendo a la persona que se encontraba detrás de la puerta.
Y para su sorpresa, abrió la puerta con una lentitud que hasta el mismo odio. sin ver quien era, mientras la puerta se abría, por el aroma del perfume, ya había adivinado quien era.
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Mis queridos lectores!! luego de muchos meses vuelvo a actualizar, prometiendo subir los capítulos mas seguidos. Las excusas creo que están de mas, fue mas falta de tiempo que otra cosa. Pero quiero que sepan que aquí estoy para seguir entreteniendo con mis historias. Espero que se encuentren todos bien y me sigan apoyando!!! Leo sus comentarios, asi que no dejen de votar y de dejarme sus opiniones. Besotes y abrazos de oso!!!
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El Dia Que Pueda Amarte.
RomanceTres amigas, quienes a pesar de su corta edad, descubren la atracción por los hombres equivocados. Yoli siempre sintió algo más que amistad por Diego, su vecino. Sin poder decirle nunca lo que sentía, ahora que es mayor de edad, aunque él esté pasa...