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TaeHyung iba muy concentrado en tomar su deliciosa banana milk, cuando pasaba por un parque que a las 11 de la noche se encontraba solo.

O bueno, no solo. Había una persona sentada en un banco.

Persona que emanaba un aura triste, por lo que tratando de enfocar su vista borrosa, producto de la miopía que tenía y al haber salido sin sus lentes, no veía mucho, pero si reconoció la espalda.

Esa espalda era imposible de olvidar.

Era JungKook.

Debatiéndose mentalmente si ir o no, a ver cómo se encontraba, luego de que le dijo que no lo quería cerca suyo, decidió ir a verlo.

Cómo siempre, TaeHyung no hace caso a nadie.

A medida que se iba acercando, la tristeza se sentía cada vez más, por lo que decidió sacar la otra cajita de banana milk para brindarla, esperaba que le gustara.

JungKook vio como algo ocupaba espacio en su campo de visión, que de un momento a otro y sin él estar consciente se tornó borroso, y sin saber la causa de esto, elevó la mirada hacia la mano que le extendió una cajita de banana milk, su preferida, he de decir.

—Toma, estuve debatiéndome entre sí venir o no... —Taehyung frenó enseguida que su mirada conectó con la del pelinegro —¿Estás llorando?

JungKook enseguida palpó sus mejillas y comprobó que era cierto, estaba llorando, sin él darse cuenta, las lágrimas habían comenzado a empapar su cara al inicio de su triste recuerdo.

—Pero que pregunta más tonta la mía, disculpa, es obvio que estás llorando —dijo y observó cómo JungKook rápidamente secaba sus lágrimas —Bueno, toma de todas formas, no sé si te gusta —le extendió nuevamente la cajita.

—Gracias —dijo aceptándola algo desconfiado —Es mi favorita.

—Oh, pues vaya coincidencia, la mía igual—contestó el peliazul con una sonrisa.

Sonrisa que, aunque no quisiera aceptarlo, le trajo tranquilidad a JungKook.

Se dio el tiempo de degustar de su leche favorita, pensaba que TaeHyung comentaría algo, pero no fue así. Simplemente estuvieron un rato sentados, en la compañía del otro, en un silencio que para nada era desagradable.

—Sabes, sé que no nos conocemos, y que las pocas veces que hemos conversado ha sido para mal todo —comenzó TaeHyung—pero si necesitas hablar, puedes hacerlo. Estaré aquí para escucharte sin juzgarte. Se que a veces es difícil hablar con personas cercanas a uno, y que es más fácil abrirse a desconocidos —JungKook le dirigió la mirada, causando que Tae, se pusiera nervioso—Si quieres, digo, no te estoy obligando ni nada.

—Me doy cuenta de que no cumples lo que dices.

—¿A qué te refieres? —preguntó confuso.

—Dijiste que no te ibas a acercar más a mí, y mírate aquí y ahora hasta quieres ser mi amigo.

—Pero que pesado eres, JungKook —dijo poniéndose bravo, JungKook lo sacaba de sus casillas cuando el solamente quería ser amable con una persona que se veía que pasaba por un mal momento.

Mientras que JungKook solamente pensaba que era la primera vez que decía su nombre, y se escuchaba bonito dicho por parte de él.

—Yah, era broma —trató de aligerar el ambiente —Muchas gracias....por todo.

—¿Por todo?

—Sí, por la leche, por tu compañía, por preocuparte por mí.

—Pero y a tí quien te ha dicho que estoy preocupado por tí ¿Eh? —inquirió y lo que no esperaba era una carcajada como respuesta.

JungKook se estaba riendo, era la primera vez que lo veía reír, siempre en la escuela se veía serio y con cara de querer matar a todos, parecía un tierno conejito cuando reía, e inconscientemente comenzó a reír el también.

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Algo corto, pero es a lo que me da tiempo la universidad, espero que les guste el capítulo.

Cuídense mucho (。♡‿♡。)

La Ilusión Extraviada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora