25

31 1 0
                                    

JungKook llevaba un rato en su cama, pensando en su vida.

Hacía una semana que había comenzado a ir al psiquiatra y ya veía los resultados positivos con las tareas que le había enviado.

Es importante cuidar de la salud mental, meditaba mientras sacaba su diario de felicitaciones y agradecimiento, y escribía algunas cosas por las cuáles se felicitaba, comenzando por despertar cada día, cuando hubo terminado, se levantó y dejó aireando su cama, tal cómo había visto en los vídeos motivacionales, y se dirigió al baño. Luego de media hora, salió, revisando en su agenda las cosas que tenía planeadas para hoy, esto había sido otro consejo de su psiquiatra.

En la cocina, comenzó a prepararse un desayuno rico en proteínas, pues también tenía planificado retomar el gimnasio, colocó música relajante en el teléfono y desayunó con tranquilidad. Recogió lo que había ensuciado, y volvió a su cuarto, para acomodar las cosas que debía llevar a la universidad.

Su teléfono se encendió, mostrando un mensaje.

Mamá:
Ven a las 8:00, reunión familiar.

—¡Ja! Pero que equivocada que está si piensa que yo voy a ir. Le dije que no me contactara —farfullaba en voz baja, mientras salía de su apartamento.

Tenía clases a primera hora de la mañana, y a decir verdad ese mensaje había cambiado un poco su humor, pero no dejaría que pasara a más. Cuando una fuerte brisa acarició sus pelos, despeinándolos, se detuvo y observó el cielo, siempre le había gustado el color del cielo, ese azul le transmitía calma, recordó aquellos momentos en los cuales todavía vivía con sus padres y para olvidar sus discusiones observaba el cielo y las nubes pidiendo que se detuvieran, más esta vez a su mente vino otro pensamiento, y quizás no debería de estar pensando en eso, pero deseaba poder ver nuevamente a TaeHyung desnudo.

Sonrojándose por sus pensamientos, movió su cabeza de un lado a otro, tratando de dispersar esas imágenes, y pensando que se estaba volviendo loco, al ver a éste mismo, a unos pasos de distancia, mirando en su dirección.

—No sabía que te gustaba mirar el cielo —Tae, le dijo, una vez que llegó junto a él.

—Nadie lo sabe —replicó —Bueno, ahora tú —rectificó con timidez.

—Eres tierno.

—¿Cómo? —incrédulo, preguntó.

—Que eres tierno —repitió riendo —No entiendo por qué te empeñas en dar una imagen tuya que no es la verdadera.

—Era una coraza que cree hace mucho tiempo.

La respuesta tomó por sorpresa a TaeHyung, pues no sé esperaba que le respondiera de buena forma, y de cierta forma parecía que estaba abriéndose a él, por lo que sopesó que sería lo próximo que diría.

—He notado que has cambiado. Te felicito por eso —comentó, luego de unos segundos.

—Gracias, estoy tratando de ser mejor. Aunque todavía me falta mucho camino por recorrer.

—Lo bueno es que tomaste la decisión de cambiar —coincidió.

—TaeHyung, yo quería saber, si te apetecía ir a tomar algo conmigo hoy —cuestionó con cierto temor, pues a nadie le gusta que lo rechacen, pero tenía que ser optimista, tal cómo se lo dijo su terapeuta.

—Está bien, a las ocho puede ser —contestó con una sonrisa, notando como el otro se sorprendía —¿Pensabas que te iba a decir que no?

—¿Me leíste la mente? —respondió con otra pregunta, no sabía cómo se había dado cuenta —No empezamos con el pie correcto, pensé que eso te podía frenar.

—Nah, eso lo dejo en el pasado, tenías tus motivos para ser como eras. Me quedo con esta nueva versión tuya, y que quizás sea la verdadera.

—Está bien, nos vemos en el bar de aquí al lado —le dijo, una vez ambos llegaron a la universidad.

Despidiéndose con una sonrisa, JungKook se adentró a su facultad, sin reparar en la presencia de una persona que no le perdía ni pies ni pisadas.

—Kook, buenos días —con voz monótona, Yugyeom lo recibió en el aula.

—Buenos días, ¿qué te pasa?

—Pelee con Mark —respondió, notando la confusión plasmada en el rostro de su amigo al mencionar a su pareja —¿No sabes quién es Mark?

—No recuerdo que me lo hayas comentado —levantando una ceja, lo miró inquisitivamente.

—Cierto. Es el ligue que tenía la noche que salimos al bar. Se me olvidó comentarte sobre él —poniendo su mejor cara de cachorro, susurró, para evitar que el pelinegro se pusiera bravo con él —¿Qué tal si está noche salimos y nos ponemos al día?

—Esta noche no puedo —dijo, rascando su nuca y peinando sus pelos.

Yugyeom claro que conocía a JungKook, no por nada tenían más de 10 años de amistad, y sabía que ese gesto era de nerviosismo, el cuál hacía mucho rato que no veía en su amigo, decidió jugar un poco con él.

—¿Por qué? —lloriqueó —Si lo único que haces en tu casa es dormir temprano y ver series —murmuró con los ojos aguados.

Qué buen actor soy, pensaba, Yugyeom.

—Voy a salir con alguien —respondió, luego de una inspiración —Con. TaeHyung, para ser más específico.

La cara de Yugyeom quedó petrificada en ese momento, ¿no que se llevaban mal? Aunque pensándolo bien, sabía que algo había pasado el día de la salida, y él había sido el cupido.

[×]
Buenas por aquí, perdón la demora en actualizar, pero estoy con epicondilitis y no puedo escribir, estoy de reposo. Espero que les guste el capítulo.

Besos

La Ilusión Extraviada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora