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Ira, era lo único que sentía el asesino de Halloween en ese momento. Tras haber encerrado al superviviente en el sótano golpeo con fuerza una de las paredes de la habitación dejando una visible grieta en esta.

Los susurros en su cabeza se hacían cada vez mas presentes volviéndose insoportables.

¿Acaso era una prueba para comprobar su devoción-

O acaso Jake había hecho un trato con el ente?

Se apoyó en el porche de la puerta observando hacia la vacía nada mientras intentaba analizar la situación que viéndola por si sola no tenía ningún tipo de sentido. Incontables veces había acabado con la vida del joven Jake Park más que con los otros supervivientes debido a sus pobres actos de valentía y sacrificio.


















Le sacaria la verdad a la fuerza.



Pero primero se divertiría un poco.


















"Finalmente eres mio, Jake"











Por otro lado el azabache intentaba encontrar la forma de salir de ahí, todavía seguía fuera de orbita debido a la extraña situación pero no podía simplemente quedarse de brazos cruzados en aquel oscuro y aterrador sótano.

- M-Mierda... si que estoy jodid-.... - Soltó al aire, quedandose unos minutos en total silencio al percatarse de su situación actual, siseaondo como un gato asustado. Estaba atrapado en el sótano de un asesino serial, sin agua ni comida, la herida de su estomago estaba abierta y comenzaba a sentirse cansado debido a la gran perdida de sangre. Los chicos seguramente debían estar preocupados ante su ausencia, coloco ambas manos en su cabeza intentando tranquilizarse.

(Bien Jake, puedes hacer esto. Has salido de varias situaciones de Vida o Muerte) Dijo para sus adentros, levantándose con dificultad del frío pavimento a la vez que analizaba su alrededor rebuscando.

Filosos ganchos de sacrificio adornaban la oscura habitación provocándole leves escalofríos al pensar en todas las veces que había terminado ahí. Su curiosidad no duro mucho hasta que se encontró frente a frente con un baúl el cual al abrirlo tenía un pequeño diario empolvado, resoplo con la intención de limpiarlo y al ver el nombre tallado en la funda de cuero se congelo quedando completamente paralizado.











Judith Myers.


















Escucho aquella profunda respiración detrás de su cuello, estaba muerto.

𝑽𝒐𝒍𝒖𝒏𝒕𝒂𝒅 𝒅𝒆 𝑯𝒊𝒆𝒓𝒓𝒐 (Michael Myers x Jake Park)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora