Capítulo 11

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Capítulo once.

Rubí.

- Si mi amor, ya voy llegando a la librería, ¿Pero ya me perdonó?

Rio de su alegato, puedo notar que está enojada, pero con la emoción de ese día olvide por completo su tarjeta y de verdad espero que si esté aquí por qué si no ahí si que mi Maca me mata, una semana se demoró en darse cuenta que no tenía su tarjeta por Dios.

Dentro de unos días tenemos nuestro cita para hacernos los exámenes, si, nos decidimos a por lo menos tener la certeza que en un futuro podremos ser mamás si así lo queremos, quizás eso nos tiene así, dispersas y con la cabeza en la luna, suspiro y los nervios se apoderan de mi tal como lo vienen haciendo desde que decidimos dar este segundo gran paso en nuestra relación..

Me estaciono, reviso que al menos todo en mi auto este en orden, me bajo y camino hacia la librería. Me acerco y abro la puerta sin preocupación, entro sin mirar a ningún parte, siento un golpe y veo un par de ¿Libros? volar por los aires

- Disculpe, lo siento, de verdad no quise, yo... Ay en serio disculpe mi torpeza

- Está bien, no te preocupes, está todo bien, un accidente lo puede tener cualquiera — su voz me parece familiar, pero se que es imposible, una mujer está recogiendo el desastre que yo hice, esos rulos me parecen conocidos, si no fuera por qué acabo de hablar con mi Maca, juraría que es ella

- ¡Perdón!

- Si me pudieras ayudar sería mucho mejor para mí — ríe bajito y vuelvo a pensar que se me hace demasiado familiar

- ¿Nos conocemos?

- Mira sin duda alguna si no fueras alguien extraña, juraría que eres mi amada esposa, pero eso es imposible, suenas muy joven — me habla sin levantar su vista, yo sonrio

- Ya, mire aquí están los otros libros y de verdad le pido disculpas, venía algo distraída

- Está bien, ya, no te preocupes, yo estoy bien, ¿Tu estás bien?

- Si, estoy bien, gracias por preguntar — me parece insólito que se preocupe por mi, si fui yo quien la golpeó

- ¿Hermanita que te paso? ¿Estás bien?

- Si, estoy bien

- Mamiiii — la voz de una pequeña niña se me hace conocida

- Mi amorcito

- Hola — Josefa fija su mirada en mi  y me sonríe — ¿Cómo estás?

- Hola, me gustaría decir que bien, pero fui yo la culpable de este caos

- No te preocupes si no pa - so — la mujer de rulos levanta la vista y queda estática ante mi — tu.... tu... eres igual...

- Te lo dije hermanita...

- Hola — la saludo y le sonrio algo nerviosa por qué se parece demasiado a mi Maca

- Hola...

- Hermanita ella es la muchacha de la que te hable — la mujer traga pesado

- Pucha ¿Están cerrando?, Es que vengo a ver si la tarjeta de mi novia se me quedó aquí o definitivamente la perdí en algún otro lugar — la mujer de rulos sigue estática

- No, no.... eh... bueno nosotras podemos revisar, si quieres puedes sentarte mientras

- ¿Mami ya nos vamos?

- No amor, ¿Me puedes esperar un ratito?

- ¿Y que hago? ¿Y mi mamá?

- Mi amor su mamá aún está trabajando, y mientras puedes pintar ¿Quieres?

Para SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora