Capitulo 6

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Después de haber pasado todo el día con Ino, decidí irme a casa, me coloqué una camiseta, me acosté en mí cama y el cansancio me venció.

Desperté a tiempo para ir al hospital, me bañé, vestí, comí un cereal y salí de mi apartamento.

Tomé el metro y me dirigí al hospital, el tráfico era muy pesado para llevar mi automóvil.

El día de hoy, estaba más frío de lo habitual y por alguna razón, me sentía de la misma manera, a decir verdad, me sentía un poco mal, por lo que le había hecho a Neji, porque a pesar de todo nuestra relación había sido buena, y yo le había pagado de la peor manera.

Y en cuanto a Itachi, no sabía que pensar, no creo que el quisiera comprometerse de alguna manera, simplemente, para él, debió ser solo otra mujer con la que se acostó o tal vez ¿signifique algo más?

Pero que estupideces pienso, esto último no es posible. Traté de borrar aquello de mi mente.

Me bajé en la estación, salí del subway, caminé unas cuadras y me dirigí al hospital.

Saludé a las enfermeras y demás personas. Entré a mi consultorio, me coloqué mi bata y salí para observar algunos pacientes, que se encontraban, en una pequeña sala destinada temporalmente, para ellos, mientras, se concretaba las últimas reparaciones del nuevo pabellón.

Así transcurrió el día, recibí algunos mensajes de Ino, preguntándome si me sentía bien y que si quería podía venir a recogerme y tomar un café.

Le indiqué que no era necesario. Finalizó mi jornada, tomé mi bolso, me quité la bata y salí del hospital.

Tomé un taxi, para ir a mi casa, estaba completamente agotada.

Giré la llave de la puerta, e ingresé directamente a la cocina, abrí el refrigerador, y tomé un pedazo de pizza, lo coloqué en el microondas, y mientras que esperaba que estuviera listo, fui a cambiarme por ropa más cómoda.

Observé mi teléfono, sentía la necesidad de llamar a Neji y enfrentarlo, mis nervios me carcomían, pero evité hacerlo, pues él no se merecía que confesará mi desliz de esa manera, debía enfrentarlo cara a cara.

Después de terminar mi pizza, recibí un mensaje por parte de la secretaría de Neji, el vestido había llegado, abrí la puerta y un mensajero de la empresa me lo entregó.

No quise ni ver el vestido, me sentí una mierda.

Lo dejé en el armario y me acomodé en mi cama.

Los dos días que faltaban pasaron rápidamente, recibí algunos mensajes de Neji en esos días, y uno en particular, el día de la cena, en el cual me avisaba sobre un inconveniente con un negocio, por lo que se demoraría más de lo previsto.

La verdad sentí alivio; sin embargo, aquello significaba que sería aún más difícil decirle.

A la semana siguiente, me sentí ansiosa, pues nos entregarían el pabellón de oncología, con nuevas camas, máquinas y espacios acordes a las necesidades de los pacientes, en especial, lo más pequeños.

🍂🍂🍂

Era lunes, día en el cual los inversionistas acudirían hoy al hospital, para hablar con algunos periodistas y mirar el nuevo pabellón, opté por usar una falda de tubo negra, y una blusa holgada blanca, acompañada de unos tacones punta de aguja, los cuales quitaría apenas se acabará el evento y para ello llevaba mis cómodos tennis en el bolso, finalice con un maquillaje sutil.

Salí más temprano de lo normal, para poder llegar a tiempo. Tomé el taxi, dirigiéndome al hospital.

Llegué y saludé como siempre, una de las enfermeras me dio mi bata y empecé a pasar revista de mis pacientes.

Una vez, finalicé me dirigí al pabellón a ultimar algunos detalles, y organizar un poco la rueda de prensa, con algunos periodistas que querían saber sobre está nueva ampliación del hospital y más porque estaban a la espera de los inversionistas.

Al entrar en el pabellón, sentí una felicidad inmensa, derrame unas cuántas lágrimas, había sido difícil, lograr aquel objetivo, porque muchas veces lo vimos muy lejano, pues, varios declinaron, por los costos que esto tendrían, a pesar de saber el beneficio que tendría para muchos pacientes, pero solo unos cuántos decidieron invertir capital para que esté sueño se hiciera realidad.

Traté de secar mis lágrimas con la palma de mis manos, seguramente mi maquillaje era un desastre.

-Toma-escuche una voz fuerte a mi lado.

Volteé a ver de quien se trataba y un escalofrió irradió en todo mi cuerpo.

- Sakura- sonrió Itachi de manera seductora al verme.

- ¿Qué haces aquí? – pregunté mientras tomaba su pañuelo.

- Te dije que te vería pronto-añadió divertido- además, vine a ver el nuevo pabellón- contestó como si nada.

- ¿Eres parte de los inversionistas? -pregunté sorprendida- así es- respondió.

- Gracias, por hacer esto posible- le sonreí de manera cálida.

-Tu eres la que se debe llevar ese mérito, por todas las gestiones que has hecho-aseveró mientras trató de acariciar mi mejilla, pero esto se vio interrumpido cuando escuche que me llamaba Tsunade.

- Debo retirarme-espeté y una vez más, gracias- manifesté.

Me maquille nuevamente, y la rueda de prensa empezó, mostramos el pabellón, y lo que venía tras la apertura de esté. Dimos los agradecimientos correspondientes.

Salí del lugar, mientras los periodistas entrevistaban a los inversionistas, me dirigí a revisar mis pacientes, verificando sus procedimientos.

Almorcé con Tsunade, hablamos un poco sobre los pacientes que ingresarían aquel pabellón.

Finalizamos y me dirigí a mi consultorio. Al entrar encontré un gran ramo de rosas en mi oficina. Observé la tarjeta y me sorprendí al ver el remitente.

Sonreí, Itachi me lo había enviado, felicitándome, y no solo ello si no que venía su número de celular incorporado.

Lo anoté en mi celular, y me ví tentada a mandarle un mensaje, al menos demostrando mi agradecimiento.

Él contestó después de unos minutos y seguimos hablando...

Continuará...

❤❤❤

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Seduction  (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora