Prologo

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No se podía decir que mi vida fuese la típica vida perfecta a la cual aspiraba una chica a sus diecisiete años. Era bastante reservada dentro de lo que cabe, intentaba ser lo más normal posible y pasar desapercibida. Me encantaba embaucarme en los libros y sentir las sensaciones que estos me proporcionaban, mientras de fondo sonaba las melodías de una buena música. Respecto mis amistades, se podría decir que soy de las que prefiere las justas y necesarias. La vida no me dio todo aquello que esperaba de ella, me decepcionó y aún así continué. Aprendí que la vida no es fácil de comprender, que es como una ruleta y que cuando crees saber todas las respuestas y trucos sobre ella, da tal giro que todo lo que creías saber sobre ella pierde completamente su sentido. Que en un simple parpadeo podrías perderte el mínimo detalle que se encargue de ponerte la vida del revés, y así fue.

Una vida para recordarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora