Capítulo 4

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Aprete los números lo más rápido que pude, quería contarle a mi amiga lo fascinante que era aquel niñero. Su mirada me dejó perpleja. Su sonrisa brillaba aún más que el sol, era el modelo del chico perfecto.
-¿Bueno?- respondió Juana
-Amiga, mis padres se fueron de viaje y me contrataron un niñero- bufé esperando su reacción
-Hay amiga con el comportamiento que tienes era obvio- dijo carcajeandose
-Cállate y déjame terminar- Le dije enfadada por reirse. -al principio pensé que sería un anticuado viejito- le comenté
-¿y que... es una anticuada viejita?- continuó riendose.
-No, es un atractivo niñero- y sin pensarlo suapiré.
-¿Mañana me cuentas? perdona pero ahorita voy a la plaza por un helado con Arango, deseame suerte- supiro neeviosamente.
-Hay... está bien Juana mañana hablaremos en el descanso-

Toda la mañana me dediqué a leer libros, tenía mucha sed así que vajé a la cocina por un poco de agua. Bajaba las escaleras con tranquilidad y escuché una voz femenina.
-¿Se...Seb...Sebastián?- pregunte dudosa - ¿Sebastián eres tú?-
Inmediatamente salió de la cocína algo nervioso. -Si, ¿Necesitas algo?-
-No, solo venía por un vaso con agua y escuché una voz femenina... pero supongo que son ocurrencias mias- dije tranquilamente y seguí caminando hacia la cocina
-¿A dónde vas?- me preguntó dudoso
-Te dije que iría por un vaso de agua- me tomo la mano y me dijó
-No te preocupes yo voy por el- Seguía estando nervioso.
Hice que soltará mi mano y abrí la puerta de la cocína y efectivamente se encontraba una chica.
-¿Quien es esta, Villalobos?
- E...Es... Ella es...- Seguía nervioso
-¡Soy su novia!- me dijo descarada

Enamorada de mi niñero SebastiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora