Capítulo 5

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Sentí que mi corazón se detuvo pero... Yo no era nada de el lo acababa de conocer y ¿ya lo había celado?... Respiré profundamente y le contesté.
-Villalobos, estás en la casa de mis padres. Por lo tanto mi casa, Y no quiero que traigas a esta a mi casa- le dije molesta

-Ja, "está" tiene su nombre y muy lindo nombre por cierto- Me dijo con una voz insoportable

-Está bien__(tn)__, Caeli no te molestará más- La tomó de la cadera y la dirigió hacia la puerta.
Sebastián cerró la puerta fuertemente y se acerco para hablarme.
-__(tn)__ ella ya no volverá mientras tu estes aqui, perdón se que es mi primer día trabajando aqui pero necesitaba hablar con ella-

-Solo no quiero verla, es muy fastidiosa- Rode mis ojos y gruñi

Carcajeo -No la conoces bien... ¿No hibas por agua?

-cierto, la precencia de tu "noviesita" hizo que me olvidara de ello- le dije remarcando las últimas palabras
Me estiré para alcanzar un vaso pero gruñi al darme cuenta que era muy bajita y no alcanzaba la repisa de arriba.
-¿Quieres que te ayude?-

-Mejor ve a distraer a tu novia, ella necesita más ayuda. Vete-

-Oye, el que da ordenes soy yo- me dijo estirando su mano para tomar el vaso. -Ten, y deja de enojarte- Lo colocó sobre mi mano y se fue a su recamara.

-Vaya, este tipo es un idiota- dije entre mis pensamientos. Serví un poco de agua y salí al jardín trasero.
El día estaba muy bonito, eran las 2:00 pm demasiado temprano para ser domimgo. Tenía toda la tarde libre ya que había terminado toda la tarea el mismo día que la dejaron. Saqué mi celular de mi bolsillo derecho y llamé a Juan.
-¿___(tn)___?- preguntó dudando

-Así es Juan, ¿Estás libre?-

-Si, acabo de terminar la tarea de Química. ¿A dónde quieres ir amor?- Carcajeó al decir la palabra "amor".
Yo le gustaba desde la secundaría pero yo solo lo podía ver como mi mejor amigo.
-No me digas así Juan- Me uní a sus risas. -¿Vamos al cine, si?-

-Muy bien, paso por ti en 20 minutos-

Guardé mi celular en el bolsillo y subí a mi habitación. Me enchine las pestañas y puse una ligera capa de rimel sobre estas. Use un poco de maquillaje líquido y rubor.
Me hice unos risos en mi cabello y los sostuve con un moño.
No deseaba cambiar nada de lo que llevaba puesto. Me miré por última vez en el espejo y salí de mi habitación Esperando no encontrarme a Sebastián por el pasillo. Logré llegar a la puerta proncipal de la casa y escuche una voz masculina que me llamaba.
-¡Hey!, ¿A dónde vas? Y... ¿Con el permiso de quién?-

Enamorada de mi niñero SebastiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora