Friends •| KookMin.

Capítulo 12

Jungkook se despertó con un sobresalto, su cuerpo cubierto de sudor y su habitación impregnada del aroma dulce y calmante de la lavanda. Su mente aún turbia, murmuró:

— Lavanda…

Pero de repente, su expresión cambió. Su nariz se arrugó en una mueca de sorpresa y su corazón comenzó a latir con fuerza.

— ¡MALDICIÓN LAVANDA! — exclamó, abriendo sus ojos de par en par.

En ese instante, supo que no estaba solo. El aroma de la lavanda no era solo un recuerdo, sino una señal de que Jimin había estado allí.

Algo tambaleante se levanto de la cama dándose cuenta de la gran erección que tenía, la cual dolía como la mierda.

Sin pensarlo dos veces, fue al baño para darse una ducha fría
Después de su momento de recuperación, Jungkook salió del cuarto de baño, se secó el cuerpo y se vistió con unos pantalones de chándal. Al bajar a la sala, fue envuelto por el aroma característico de Jimin y el suyo juntos, una mezcla de menta y lavanda.

Siguiendo el ruido, se dirigió a la cocina, donde se encontró con Jimin cocinando con una expresión concentrada. El Omega tenía un puchero en los labios mientras observaba fijamente la olla.

— ¿Park? — llamó, y Jimin saltó en su sitio, sorprendido.

— ¿Te sientes mejor? — preguntó en un bajo susurro Jimin, mientras Jungkook lo observaba con cautela y asentía con su cabeza — Genial, entonces, ¿puedes cocinar tú? — preguntó.

Jungkook  sonrió ligero y se acercó a él. Jimin dio dos pasos atrás, y Jungkook notó la distancia que el Omega había creado entre ellos. No dijo nada al respecto, decidido a hablar con Jimin sobre lo sucedido más tarde. En lugar de eso, se enfocó en preparar el almuerzo, ya que eran las 4:30 y ninguno de los dos había comido aún. La tensión entre ellos era palpable, pero Jungkook estaba dispuesto a esperar el momento adecuado para abordar el tema.

[...]

— Jimin… — susurro.

— Lava bien los platos, Jeon — lo regañó Jimin mientras secaba estos con cuidado.

Jungkook ignoro eso, estaba pensando cuidadosamente lo que diría a continuación.

— ¿Qué paso? ¿Por qué estás aquí?— preguntó al castaño quien suspiró con una mueca en su rostro.

— No podía dejarte así como así — se excusó mirando al frente.

— ¿Te hice algo?— preguntó Jungkook, y el silencio del Omega se lo confirmó — Lo lamento, supongo que mí celo se adelanto. Aún no se la razón — negó — Solo dime, ¿qué paso exactamente?

—Nada — negó rápidamente con un pequeño sonrojó en sus mejillas.

— Jimin.

— No paso nada fuera de lo normal — le aseguro, pero era obvio que el alfa no le creía en lo absoluto — Kook, estabas en celo, es entendible — guardó silencio cuando Jungkook se acercó a él acorralandolo contra el mesón tal como lo había hecho horas antes.

— Detalles Park, necesito detalle — murmuró roncó.

El ambiente se llenó de tensión nuevamente.
Jimin suspiro dándose por vencido, no podía engañarlo, nunca pudo hacerlo.

— Cuando desperté estabas sobre mí como un maldito pervertido tocando mis piernas. Me besaste a la fuerza y fue cuando me di cuenta de que no eras tú, sino tu alfa.

Jungkook lo miró incrédulo por sus palabras.

—  Yo, acaso te-

— No — negó de inmediato Jimin — Te empuje, caíste y corri por los supresores. Pero me perseguiste hasta la cocina, me besaste y te di las pastillas, luego me cargaste en tu hombro hasta tu habitación — enumeró con sus dedos— Nos besamos, me tocaste e intentaste ir más lejos, pero el supresor hizo efecto y caiste dormido.