Cynical Eyes 2 -Eddie Munson x MaleOc.

Viejos recuerdos.

7

El pelinegro se levantó con el sol en su cara, el sonido de su alarma sonando y los gritos de su tío.

Se duchó, se cambió y bajó.

Ni siquiera pensó en saludar ya que todos estaban gritando, solo tomó sus llaves, pero antes de salir escuchó algo.

—¡Te dije que dejaras de tratarlo así!

—¡Se lo merece, no hace nada!

—¡Él lo intenta, su padre está en la cárcel!

—¡Porque se lo merecía!

Antes de seguir escuchando Liam se puso sus auriculares y apretó el botón de reproducir de su walkman. Salió de la casa y se fue caminando a la escuela.
Mientras caminaba un auto paró a su lado y le silbó, cuando el pelinegro volteó vió la cara de alguien conocido.

—¿Te llevó o llegaras para la última clase? —Preguntó el rubio desde adentro del auto.

—Mientras no haya ropa interior tirada dentro, no me quejo —Respondió Liam.

—No te aseguro nada —Sonrió el otro desde el auto. El pelinegro solo se rió y subió al auto. —Adivina con quien conseguí una cita —Dijo mientras arrancaba el auto.

—Mejor adivino con quien no conseguiste una cita —Bromeó el pelinegro.

—¡Hey! Eso es porque me tienes envidia —Bromeó el rubio.

—¿Envidia? Más bien asco, paso. ¿Con quién saldrás ahora? —Dijo Liam con cara de disgusto.

—Becky Michaels —Comentó orgulloso y le guiñó un ojo.

—¡Wow! Increíble —Dijo Liam fingiendo sorpresa.

—¿Cierto? —Respondió emocionado.

—No — Contestó Liam y se puso serio.

—Imbécil —Se quejó el rubio.

Cuando llegaron bajaron del auto y se separaron para llegar rápidamente a sus clases, a las que estaban llegando tarde.

A pesar de estar en el promedio de la escuela, Liam no hacia nada más que dibujar con sus auriculares puestos y la música a todo lo que da. Entregaba trabajos solo de ser necesario y no participaba en clase, casi nadie en su clase lo había escuchado hablar. Y por su manera de ser, nadie creía que aquel joven rebelde era todo un cerebrito.

Al terminar la clase Liam le entregó la tarea y el libro prestado al profesor y este le dió las gracias.

—¡Kinzch! —Le gritaron.

—Hargrove —Contestó dandose vuelta para quedar frente a frente con el rubio.

—Necesito que me hagas un favor —Pidió con las manos juntas haciendo cara de cachorro.

—Ni buenos días. No hagas esa cara de perro mojado, ¿qué quieres? —Preguntó Liam suponiendo de qué se trataba.

—Distrae al profesor Clarke, necesito hablar con Becky, unos minutos.

—¿Y por qué tengo que distraer al profesor?

—Nos encontró besandonos en otro día, y el viejo amargado no nos quiere ver juntos —Dijo haciendo una mueca.

—Así que Clarke los tiene entre ceja y ceja ¿eh? Bien, lo haré.

Ambos salieron de la escuela y se quedaron en la entrada de esta para esperar a la próxima victima del rubio.