-¿Como que estás embarazado?- exclamó el castaño levantándose como resorte del sillón.
-Yo tendré al bebé solo, me iré a vivir con mi madre a Holmes Chapel y tu puedes seguir con tu vida.- habló Harry resignado, pero seguro de su decisión.
Dónde H...
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Lo mejor de que fuera lunes, es que volvía a ver a sus mejores amigos. Mejor dicho, volvía a ver a su primo y al mejor amigo de los dos. Por supuesto que no podía decirlo, se lo prometió a sus papás, pero la emoción seguía ahí.
Darcy llegó feliz a su salón, ayudó a la señorita Clara a bajar las sillas de los escritorios, colocó los libros que utilizarían sus compañeros en sus lugares asignados y esperó a que los demás llegaran.
Se emocionó cuando un pequeño rubio entró por la puerta, esperó a que se sentará a su lado para comenzar a contarle su fin de semana. Pero cuando Erick se plantó en la silla, lo único que hizo fue acostarse en su mesa.
-¿Que tienes Erick?- le preguntó preocupada.
-Nada, solo no te estoy feliz- dijo casi inaudible, pero Darcy lo escuchó bien.
-Yo si, Louis fue a mi casa ayer y nos llevó a desayunar- expresó totalmente orgullosa.
-Que bueno, Dar. Yo fui a ver a Shekeb y mi tía Priya me regaló una pijama de batman- lo que decía parecía bueno, pero el solo seguía acostado con la expresión triste.
-Ya dime que te pasa- la movió del brazo para que se levantara, pero no lo consiguió.
Al contrario, vio como escondía su rostro entre sus brazos y escucho como comenzaba a sollozar.
-El tío Ni no va a ser mi papá, nunca- dijo después de un momento que se tranquilizó.
-¿Pero porque no?- preguntó mientras acariciaba la espalda de Erick.
-Porque a él le gustan las niñas y mi Papi Zayn es niño- levantó su mirada y Darcy puso ver las lágrimas en sus ojitos- ellos sólo son amigos y no están enamorados.
-Pero eso no es cierto, ellos sí están enamorados- la pequeña se sentía enojada, ella sabía muy bien como se veían los enamorados y Zayn y Niall lo estaban, para sus ojos.
-No, Darcy- se limpió su nariz con el dorso de su mano- Pero está bien, mi papi dice que solo nos necesitamos el y yo.
-Lo siento, Erick- lo abrazó por el cuello y dejó un besito en su hombro- Cuando quieras te presto a mi papi.
