-¿Como que estás embarazado?- exclamó el castaño levantándose como resorte del sillón.
-Yo tendré al bebé solo, me iré a vivir con mi madre a Holmes Chapel y tu puedes seguir con tu vida.- habló Harry resignado, pero seguro de su decisión.
Dónde H...
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Erick estaba dibujando en su habitación. La qué anteriormente había pertenecido a su madre. Había cuadros de él desde que era bebé. Pero la qué más atraía, era la que estaba justo en frente de la entrada. Un cuadro grande del primer día de nacido del pequeño, junto a sus padres biológicos. Y fue justo lo primero que vio Niall al entrar al cuarto.
-Hola, Sirenito- saludó tocando la puerta y haciendo qué el pequeño dejara lo que estaba haciendo.
-Hola, tío Ni- sonrió y volvió a su cometido. Colorear todo el batimovil.
-Sirenito, ¿Crees que podamos hablar?- se acercó al mini escritorio donde estaba Erick.
-Sipi, ¿Qué pasó?- Niall sonrió, amaba escucharlo hablar. Antes de que pudiera contestar, el menor habló nuevamente- ¿Te gusta mi dibujo?- se lo enseñó a lo que el rubio asintió con la cabeza.
-Es hermoso, casi como tu, así de hermoso- Erick sonrió -Amor, necesito que hablemos como grandes, que me pongas mucha atención- el pequeño lo miró con n algo de confusión, pero se volteo completamente para quedar de frente a su tío.
-Está bien- tomó una silla qué sé encontraba cerca para estar a su nivel.
-Erick, ¿sabes lo mucho que te quiero?- el corazón de Niall estaba latiendo muy rápido, estaba nervioso.
-Si- sonrió- me lo dices siempre, así como yo te quiero mucho a ti y a mi papi, los quiero un montón- estiró sus bracitos para enfatizar sus palabras.
-Y nosotros te amamos a ti- beso su mejilla con amor haciéndolo reír- Yo sé que tú eres muy inteligente Erick y sé que tú sabías algo que yo no sabía, pero que ya me di cuenta- la carita del pequeño estaba en confusión, no le estaba entendiendo al rubio- Lo que quiero decir es que tu sabías qué yo quería mucho a tu papi y no como amigo, ¿verdad?
El pequeño rubio bajó la mirada algo apenado. Empezó a jugar con sus manitas y si no lo conociera mejor, sabía que tenía un puchero en sus labios.
-Yo quería que tu fueras mi otro papi- pero como si se acordará de algo que no debió haber dicho, levantó la mirada horrorizado- pero ya sé que no, mi papi ya me dijo que tu no... qué a ti no... qué tu y él solo son amigos y... y está bien tu no... no dejes de ser mi tío, por favor, no te vuelvas a ir- Erick se lanzó a sus brazos con ojitos llorosos.
