Apego Evitativo.

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Narra ____.

Hace dos semanas que Shota intenta de todas las formas posibles para que pasemos tiempo juntos, pero... no quiero.

No me desagrada su presencia, simplemente quiero estar sola.

Me cuesta acostumbrarme al hecho de tener compañía todos los días, me parece sofocante.

Tal vez valoro mucho mi soledad, o tal vez ya no quiero que se involucre tanto en mi día a día.

No sé, tampoco me importa. Solo quiero estar tranquila.

Mi patrullaje terminaría en unos minutos, ya quería ir a dormir.

Estaba observando la ciudad desde un edificio alto, el atardecer pronto iniciaría.

Mi celular vibró...

"Hola ____ ¿cenamos juntos ésta noche?

- Shota."

Ugh... ya basta.

No me gusta ignorarlo pero no me deja de otra, no lo quiero cerca.

¿Cómo puede ser tan masoquista en seguir insistiendo?

A veces no hace falta recibir un mensaje para comprender la respuesta.

Bueno, al menos el atardecer lograba distraerme con sus bonitos colores.

19:30 PM

Finalmente, hora de ir a mi dulce cama.

° ° °

- ¿Sí estás consciente de que casi te mato? ¡Eres un idiota! - Dije alterada.

- No creí que fueras a asustarte tanto - Dijo mientras encendía un cigarrillo - entonces... ¿qué quieres cenar? Yo cocino.

- No tengo hambre - Dije cansada - ¿ya puedes irte?

- ¿Te hice algo por eso estas evitándome a toda costa? No logro entenderlo ____ - Dijo parándose frente a mí - por favor dime qué hice.

- No hiciste nada, en serio nada - Suspiré.

- ¿Entonces-

- ¡Solo quiero estar sola! - Lo interrumpí - no me molesta tu presencia Shota, solo quiero estar sola y ya.

- ¿Realmente es eso o hay algo a parte que no quieres decir? - Dijo mirándome fijamente.

- Eso ya no es de tu incumbencia Aizawa - Respondí dándole la espalda - no hagas esto más difícil y vete, por favor.

Sentí sus brazos abrazar mi cintura, posó su mentón en mi hombro.

- Está bien, me iré pero no sin antes recordarte que siempre estaré para ti cuando lo necesites - Dijo suavemente mientras hacía un poco más de presión en el abrazo.

Me liberó y lo vi irse de mi departamento.

Mi pecho comenzó a dolerme. Entré a mi habitación y tomé mis pastillas.

Comencé a respirar profundamente, no tenía que descontrolarse mi quirk otra vez.

Mierda.
Mierda.
Mierda.

¡Mierda!

¿Por qué me siento tan culpable?...

No juegues así conmigo pelinegro, suficiente dolor ya tuve en mi vida.

Frágil (Aizawa Shota y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora