Conociendo al Sultan Suleyman

1K 67 4
                                    

Los aposentos se hundieron en un silencio que parecia inquebrantable, en el que no se oia el mas pequeño ruido, hasta que...

Sultan: Responde mi pregunta.

El niño iba a contestar, pero vio a su madre, esta vez sus ojos aguamarinos no tenian enojo sino miedo, como si le estuviese suplicando que no hablase, el niño cedio ante la mirada de su madre y no dijo nada, agacho la cabeza mirando al suelo, nuevamente el silencio inundo la sala, pero se interrumpio por el mismo Sultan (otra vez).

Sultan: ¿No vas a contestar?

El niño hizo una seña refiriendose a que no lo haria, lo que sin darse cuenta asusto mas a su madre, ya que eso seria tecnicamente un desafio al Sultan, ella solo necesitaba que se quedara callado, no que le hiciera entender otra cosa con gestos, lo cual es un gran irrespeto y un posible delito en este imperio que puede ocasionar la muerte.

Sultan: Esta bien... Entonces respondeme tu Hurrem.

La mujer tenia su cabeza en la misma pocision que la de su hijo, la levanto con ojos llorosos, pero con una mirada firme, que pese a que estuviera llorando no se dejaria intimidar.

Hurrem: Suleyman usted que es el hombre de mi vida, se robo mi corazon desde que lo conoci, pero debo ser yo quien le haga una pregunta a usted.

Sultan: ¿Que quieres preguntarme ahora Hurrem?

Hurrem: ¡SUMBUL LLEVATE A KADRI!  Necesito explicarle unas cosas a mi esposo.

El eunuco tomo al niño del brazo y lo dirigio hacia el jardin, no tenia otro lugar al que traerlo y podria enojar a la sultana llevarlo al harem de nuevo, ademas de las pocas palabras que habia dicho el niño era que le encantaban los jardines. Mientras tanto la conversacion entre Hurrem y Suleyman se alargaba con explicaciones, dudas y excusas.

Sultan: Hurrem dejate de rodeos, dime lo que quieres decirme inmediatamente.

Hurrem: Suleyman, ¿Recuerda la ultima vez que pase la noche con usted?

Sultan: No hagas preguntas insipidas Hurrem, por supuesto que lo recuerdo, ¿Como no hacerlo? Fue uno de los momentos que tengo sobre ti antes que te llevaran.

Hurrem: Suleyman... Cuando yo llegue a ese sitio desde el inicio me sentia muy mal, tenia mareos y vomitos, desmayos e inclusive mas.

Sultan: Siento mucho por lo que tuviste que atravesar querida, pero sigues sin responder mi pregunta.

Hurrem trataba de darle señales a Suleyman para que comprendiera lo que ella le estaba diciendo, pero este parecia no darse cuenta por lo que Hurrem no tuvo mas remedio que proseguir.

Hurrem: Su majestad, una vez en aquellos de mis desmayos se dieron cuenta de algo...

Sultan: ¿Estas enferma acaso? 

Hurrem se dio cuenta de que no podia continuar dandole indirectas al Sultan, por lo que decidio ir al punto.

Hurrem: Estaba embarazada...

El Sultan por fin lo entendio todo, aquel niño era un principe de su dinastia, su sangre, su hijo, se dio cuenta de la razon que tenia Hurrem para estar preocupada, ella temia que el creyera que habia cometido adulterio y que hubiera tenido un hijo de otro.

Sultan: Hurrem ¿Honestamente pensaste eso de mi?

La mujer dandose cuenta de que el lo entendio, corrio a sus brazos a abrazarlo y a llorar en su pecho,  finalmente Hurrem se quedo dormida y Suleyman la dejo acostada en la cama, le pregunto a uno de los agas por Sumbul con el niño, le dijeron que fueron a los jardines. Entre tanto Sumbul estaba impresionado por el salvajismo de ese niño, se revolcaba en la tierra como si fuera un gusano en forma humana.

Soldado de suleyman 2: ¡ATENCION EL SULTAN SULEYMAN ESTA AQUI!

El niño volteo su rostro cuando escucho el grito y vio como se aproximaba aquel hombre extraño, miedoso por su presencia intenta alejarse pero Sumbul aga lo sostiene para que no se vaya.

Sultan: Hola pequeño, ¿Como estas? ¿Como te sientes? ¿Te gusta este lugar? ¿Es de tu agrado?

El niño lo observa asustado, Suleyman le ordena a Sumbul que se retire para conversar solo con el niño este obedece, pero en el menor descuido el niño sale corriendo y ve a su madre aparecer en la escena, se lanza hacia sus brazos protectores y  maternales con lagrimas escurriendo por sus mejillas, mientras que Hurrem sonrie tiernamente. 

Hurrem: Hijo mio, el no nos hara daño, puedes acercarte a el.

Kadri: ¿Como es que estas tan segura ahora? Si hace un rato el te puso triste.

Hurrem: Yo llore, lo admito, pero no de tristeza sino de felicidad, antes no tenia certeza de lo que ocurriria pero ahora si, acercate a el.

Dijo para despues secar las lagrimas de su hijo, Kadri con cuidado y con cautela fue arrimandose al hombre, todavia con una pizca de temor pero tambien con intriga, lo que le parecio adorable y divertido al Sultan, si se le miraba mejor, el niño se parecia mucho a Hurrem claro que tambien tenia aspectos parecidos al Sultan, pero no tantos como los que tenia con su madre, logro tener un contacto pequeño con su hijo quien se veia inseguro y disconforme, el resto del dia Kadri se lo paso jugando por los interminables pasillos, hasta que ya pasada la noche se arropo y se recosto en su nueva cama hasta quedarse dormido, el compartia cama con Hurrem por lo que durmieron los dos juntos, ya mañana les explicarian a sus hijos mayores la situacion.

KADRI Donde viven las historias. Descúbrelo ahora