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Esa noche no fue la más tranquila para Mile. Tenía flashbacks de el mismo con alguien más. No podía ver quien era, y eso le molestaba demasiado. La frecuencia con que ocurrían los flashbacks eran varias veces al día, diferentes recuerdos.

Un reloj, una motocicleta roja, un beso, la subasta por ese hermoso diamante que le ganó a Vegas,  y un bosque.

Por más que trataba de acordasrse, más confundido estaba.

Pero cuando veía a Apo sentía que lo conocía en algún lado. Como si ya lo hubiese visto, pero no sabía bien dónde.

– ¿En que piensas? –preguntó Apo y le ofreció un cigarrillo, pero el lo rechazó.

– En nada, me he sentido raro estos días.  Creo que necesito despegarme.

Apo asintió. – ¿Te apetece ir a un bar esta noche? Podemos ir  con Pol, Arm, y Pete.

Mile rió. – ¿Vegas le dará permiso?

– No tendrá problema alguno. Estoy seguro.

Pero en realidad Apo no sabía si Vegas dejaría ir a Pete en sitios así.  Pete ya casi no sale con nosotros desde que esta con Vegas. Supuestamente se pasan la mayor parte del tiempo en su casa trabajando. ¡Y vaya que estaban trabajando! Hacían cardio todos los días.

Apo llamó a Vegas por teléfono para preguntarle si dejaría a Pete ir.

– Vegas ¿te puedo preguntar algo?

Hola, claro dime.

– Quiero llevar a Mile, Khun y sus guardaespaldas a un bar y quería saber si Pete podía ir.

Puede ir, pero lo cuidas. Si algo le pasa, te juro que eres hombre muerto.

Claro. Lo cuidaré bien.

Por cierto. ¿dijiste que llevarías a mi primo? ¿Como para qué?

– Dije que lo voy a recuperar Vegas, y tratare de revivir algunos de nuestros  recuerdos.

Apo haría todo lo que este a su alcance para que Mile lo recuerde. Y empezaría por hacerle recordar la vez que se dieron su primer beso en aquel muelle.

El Día Que Te Perdí | MileApoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora