Al recibir una invitación al baile en honor al príncipe, Gulf se emociona ya que nunca ha ido a un baile. Nuestro protagonista se verá en muchas difíciles situaciones luego de ir a este magno evento, pero siempre hay alguien cuidando de él.
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Sus hermanos esta vez se habían vestido según él les había sugerido el día anterior, su maquillaje era más sobrio y no habían hecho ninguna objeción sobre su opinión tampoco. Gulf estaba orgulloso de cómo los había hecho lucir mucho más hermosos de lo que ya eran, pero tampoco quería que se llevaran la atención de Mew.
Estos nuevos sentimientos lo hacían sentirse un poco egoísta, sin embargo evitó pensar demás en eso y vio que Hazard no estaba por ningún lado, otra vez. Ese gato era tan travieso y obediente a la vez, siempre desaparecía por algunas horas, subía a los tejados, miraba la luna llena fijamente y otras veces dormía plácidamente en su camita. Por ejemplo, hoy Hazard había desaparecido desde temprano. Sin embargo, Gulf agradecía que Hazard siempre regresara a casa y pareciera escucharlo cuando le contaba sobre cualquier cosa.
—Joven Gulf, ya he llegado.— Mild apareció en la puerta de la cabaña cargando muchas revistas de moda parecían ser pesadas, pero el mago estaba tan sonriente como siempre.
—¡Mild!— Gulf se levantó rápidamente a ayudarlo a cargar parte de las revistas.— Déjame ayudarte.— Mild asintió sin decir nada aunque realmente no le pesaba llevar todo eso.
—Las traje para revisar algunos modelos... ¿O ya pensaste en algo?
—La verdad, no. Solo sé que quiero... Quiero impresionar a Mew.—sus mejillas se pusieron rojas e inevitablemente Mild lo vio.
—Qué tal si probamos algo que no sea tan conservador y formal.—Mild tomó una de las revistas más recientes.
—¿Te refieres a un escote?— preguntó al ver que en la portada de esa revista había un chico de cabello rubio usando un traje sin camisa, otro pelinegro a su derecha con una camisa que dejaba ver parte de su pecho y abdomen.
—Sí, pero no lo suficientemente profundo como para que sea revelador, sé que no te agradaría esa idea, además no sería bien visto.— Dijo recordando lo conservador de la nobleza de Bangkok.
—¿Cómo sabes tanto sobre mí?
—Yo... Solo lo supuse.— dijo rápidamente lo primero que se le ocurrió.
—¿Mild, puedes decirme el secreto ahora?
—Será mejor que te lo diga luego, ahora ya se hace un poco tarde y debemos tener una larga conversación sobre ese asunto, quiero que quede todo claro.
—De acuerdo.—Gulf abrió otra revista, página tras página veía trajes normales, hasta que uno llamó su atención.— ¡Mild, mira este!
—Me gusta, te hará ver más alto de lo que eres, además ese color te iría de maravilla, pero déjame darle el factor impactante.— Mild sonrió, el traje que tenía ahora en mente era perfecto para este último baile y mucho más hermoso que los otros dos trajes.
