Cuando aún había reies, príncipes y castillos un joven llamado Felix no quería casarse, no como el resto de la población. Cuándo ya había perdido la esperanza de ser feliz, le encontró a él Hwang Hyunjin.
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- Adiós Lixie, cuidaos mucho. Hyunjin cuida de él.- Asiento ante la petición del mejor amigo de Felix.
- No te preocupes, lo haré.
- Eso espero.- Una risita escapa de mis labios, hemos logrado llegar hasta el barco que nos llevará a Australia, donde viven los abuelos de Felix, allí pasaremos un tiempo. Observo al rubio, sus ojos brillan y todo el emana felicidad, cosa que de alguna forma consigue hacernos sonreír a todos a pesar de tener que despedirnos de nuestros mejores amigos.
- No te preocupes tanto Han, hablaremos a través de las cartas, al igual que como lo hacía con Jinnie.
- Jinnie...
¿- Mhm, te molesta? Sí es así puedo parar de llamarte así.
- No, me gusta y más si eres tú quien me llama así.- Un leve color carmesí aparece en las mejillas del menor. Una sonrisa aparece en mi rostro ante el inconsciente acto de Lixie.
¿- Bueno tortolitos, no me vais a decir adiós?
¡- Chrisss!- Dice Felix nada más escuchar al mayor. Yo ne acerco a este y le doy un fuerte abrazo.
- Gracias por todo Christopher, te propeto que volveremos a vernos todos.
- No hay de que, lo sé.
- Chicos... Tenéis que iros.- Nos avisa Minho. Felix asiente, este ahora está un poco triste, vamos a separarnos de nuestros amigos por un tiempo y eso siempre es algo triste. Subimos al barco y nos despedimos del resto con las manos. Un par de lágrimas brotan por mis mejillas, es triste tener que separarme de mis mejores amigos. Sin duda, está no será la última vez que nos veamos. Felix me abraza.
¿- Como puedes estar tan guapo hasta cuándo lloras?- Mis mejillas arden, una leve risa escapa de los labios de Lixie. Le besó, sin importar quién nos vea, porque nos dirigimos a Australia, donde viven los abuelos de Felix. Ellos nos aceptan, ya que a Hannah le gustaba su mejor amiga, no obstante; la obligaron a casarse con César, él tampoco quería casarse.
- Pasaremos dos días solos en el palacio de los abuelos...
¿- Cres que pueda ver las obras de tu abuela?
¡- Claro! Pero no la presiones demasiado, es un poco vergonzosa cuando se trata de enseñar sus dibujos.
- Vale.-Me tumbó en el suelo, observando las estrellas, Felix hace lo mismo.
- Jinnie... Te amo.
- Y yo a tí Lix, haste el infinito y más allá.- Hay un poco de luz de la luna, es por ello que veo como se sonroja. Pasamos un buen rato bajo el cielo, hasta que decidimos ir a dormir.
~~~
¡- Hyunjin! Despierta dormilón. ¡Por fin somos libres!
- Cinco minutos Lixie.
- Jinnie...
- Cinco minutos.
- Vale, pero me quedo aquí.
- Valee.- Respondo yo alargando la "e". No me molesta, de hecho me gusta estar así con Felix. Él me abraza con los ojos cerrados, yo le observo a pesar de que quería dormir unos minutos más.
¿- No que querías dormir?
- Prefiero observar al pivon que tengo delante.
- Tonto.
- Tú.
- Ya hemos llegado Jinnie... Te has pasado la mañana durmiendo.
- Oh really?
- Sí.- El menor se levanta de la cama, sigo observándolo hasta que sale de la habitación, me quito el pijama y me visto. En cuanto estoy salgo am exterior, donde me encuentro con un Felix pensativo y bastante alegre.
¿- Sabes Hyunjin...? Ya somos libres.- Afirma con una gran sonrisa en su rostro. De un momento a otro, este empieza a correr, por lo que yo le sigo hasta que llegamos a una playa.
- De pequeño solía venir aquí con mis abuelos... Bondi.
- Pues ahora volverás a venir, y no solo con ellos, también estaré yo... Y en un futuro los chicos también estarán.
- Eres muy cursi Jinnie.- Mis mejillas arden, Lixie se acerca a mí, susurra te amo y me besa.
- Yo también te amo Lixie, y así será para siempre. Pero ahora hay que aprovechar la playa y el buen tiempo. - Digo levantando al rubio y llevándolo hasta el agua, a pesar de que este súplica que no lo haga le suelto en un banco de arena.
- No me mires así, se que querías bañarte.
- Puede.
~~~
- Pronto es tu cumpleaños Hyunjin, si las cosas siguen como ahora, podríais invitar a vuestros amigos de los que tanto habláis.- Comenta Hannah, mientras desayunamos.
- Creo que sería divertido conocerles.- Añade Beomgyu, el abuelo de Felix.
- Podrían quedarse aquí...
- Por nosotros no hay problema, pero es Hyunjin quien tiene que decidir si quiere.
- Claro.
- Bien, entonces está decidido. Les mandaremos las cartas lo antes posible.- Ambos Felix y yo asentimos emocionados por la propuesta de los mayores.
¿- Como creés que habrán estado?
- Supongo que mejor que la mayoría, pero pronto lo sabremos... Me alegra poder estar aquí a tu lado, pero me gustaría más si me dieras el placer de ser mi novio.- Los ojos de Felix se abren como platos, en sus mejillas aparece el color carmesí. Una leve risita escapa de sus labios.
- Pues claro. ¿Porqué no debería?- Sonrió y esta vez soy yo el que deja un beso en sus dulces labios.
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