🍂 Ꮺ ࣪ ִֶָ 𝙎𝙏𝙍𝘼𝙔 𝙆𝙄𝘿𝙎 𝙏𝙃𝙄𝙉𝙂𝙎 . ֹ ✶ ׅ 스키즈. ?! ۫

𝖉𝖆𝖗𝖊 ★ 𝙅𝙞𝙨𝙪𝙣𝙜 ˖ 🐿 𝓿

La nieve estaba comenzando a cubrir todas las superficies donde antes predominaba el verde vívido y ya no abundaba ese calor que prácticamente descongelaba toda tu anatomía durante todo el año como si fueras un cubito de hielo.

Vestida con un poncho tupido y unos jeans gruesos, gorro, guantes y botas, salías al patio trasero de la casa que junto a tu esposo habías adquirido alrededor de 4 meses atrás.

Años de noviazgo dieron al traste con que tomaran esta importantísima decisión para su relación.

Trabajaron duro durante meses y juntaron suficiente dinero como para ver las opciones diversas que podrían obtener en un catálogo local de domicilios.

Al inicio todo fue un tropiezo tras otro, pues el lugar que inicialmente anhelaban estaba más que fuera de su alcance y ni aunque trabajaran por 2 años más lograrían comprarlo.

Aún así, semanas después lograron tomar un espacio que estaba en venta que a ambos les pareció lo más hogareño que ambos pares de orbes pudieran haber captado jamás.

Soltaron el suspiro que llevaban atragantado durante todo este tiempo y el alivio invadió el ambiente apenas lograron dar el siguiente paso, decorar y amueblar todo el sitio a su gusto.

Finalmente luego de tanto estrés con la mudanza que tiempo después vino de forma tropelosa y novedosa, aquí se encontraban, conviviendo ahora oficialmente como comprometidos tras aquella petición de matrimonio que Jisung te había hecho la primera noche allí juntos.

Estabas más que feliz por ello, pero más feliz fuiste cuando luego de atravesar por la época donde las náuseas no te daban tregua alguna, decidiste ir a tu ginecólogo y la noticia que jamás esperaste te la dio apenas aplicó el ultrasonido.

Batallaste por no demostrar que la noticia te tenía prácticamente lagrimeando brillo, estabas buscando un momento adecuado para ello y ¿qué mejor momento que en la preciosa mañana de Noche Buena?

Fuiste hábil en la espera, pues el día no estaba para nada lejos.

-¡Buh!- sorpresivamente tu prometido pronunció en tu oído mientras sus brazos se envolvían en el material acolchado de tu poncho.

-Puta mier- - callaste al ver de quién se trataba -¡Han Jisung!- protestaste removiéndote en su agarre, reacción que lo hizo soltar las carcajadas más etéreas que habías podido oír en tu vida.

-Hey, tu linda boca no debe ensuciarse así - regañó afectivamente por la grosería que habías inconscientemente soltado y besó tu mejilla para apartarse de ti, sentándose en el columpio del patio.

Tu bonito rostro se aplastó en una mueca de disgusto por la jugarreta y por su requerimiento pero seguiste su ejemplo y tomaste asiento a su lado, adentrando tus manos en los bolsillos de tu prenda superior.

Un silencio cómodo hizo presencia en la ocasión. Jisung solo admiraba el blanquecino paisaje que el invierno le ofrecía ¿y tú?, tú solo pensabas en cómo darle las buenas nuevas.

-Tengo hambr-

-Estoy embarazada

Lo interrumpiste tu a él esta vez y casi agarra tortícolis de lo rápido que se había volteado a verte.

Sus orbes estaban queriéndose salir de sus cuencas, sus cejas más arco no podían enmarcar y su boca se abría y cerraba continuamente, denotando que estaba totalmente sin argumento alguno ante lo que habías dicho.

-Bromeas, ¿no? Estás de coña

Casi te ríes de su reacción en su cara, pero te dio tanta ternura ver que si tu no te lo esperabas, menos lo había visto venir él, que tan solo le extendiste la prueba de embarazo que guardabas en una de las madrigueras de tu ropa, la cual tenía un pequeño lacito rojo.

-Felicidades, futuro padre - le regalaste una sonrisa emotiva y tus ojos se inundaron de lágrimas de felicidad así como los suyos, tomando en sus propias manos lo que le fue entregado.

-¡Oh joder seré padre!- exclamó de un momento a otro, dejándose caer sobre el espaldar del columpio con una mano cubriendo su boca abierta de par en par, aún sin poder creerlo -Santo cielo nena- exhaló aún en trance y volvió a mirarte, rápidamente atrayéndote a él en un abrazo y colmando tu faz de besos.

Juraste haberte reído como nunca y es que en serio eras la mujer más feliz del mundo.

-Serás una madre preciosa, dios, no puedo esperar a verte con tu panzota- desde ya comenzó a hacerse ilusiones y era totalmente válido ¿no? Tendrá una niña a quien llamar princesa o un niño a quien llamar campeón, estaba extasiado con tan solo imaginarlo.

-Y tu serás un padre excelente- retribuiste el cumplido a futuro y sus labios tuvieron un pasional contacto, sin embargo, no exento de desbordante dulzura -Te amo, señor Han- susurraste en las proximidades de sus cerezos previamente tomados por ti.

-Yo te amo más, señora Han- musitó de vuelta y rieron por los formales motes.

Tus sueños de apoco se iban cumpliendo y no podías sentirte más realizada ahora, futura madre y esposa.

Definitivamente estabas orgullosa de tu elección de vida, sobre todo, de haber elegido a Han Jisung.

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