🍂 Ꮺ ࣪ ִֶָ 𝙎𝙏𝙍𝘼𝙔 𝙆𝙄𝘿𝙎 𝙏𝙃𝙄𝙉𝙂𝙎 . ֹ ✶ ׅ 스키즈. ?! ۫

𝖙𝖗𝖚𝖙𝖍 ★ 𝙍𝙚𝙖𝙘𝙩𝙞𝙤𝙣 ˖ 💭 𝓿

Contexto: Reconciliación después de la pelea¿? 1/8

𓏲 🥞 𝘾𝙝𝙖𝙣 ៹

De más está decir que dejó que tuvieras tu espacio a solas. Chan es un hombre que respeta el espacio ajeno, aún si se trata de su propia pareja y eso ha sido capaz de que vuestras peleas y problemas tengan solución más rápidamente.

En frío las cosas se hablan mejor y cree que pueden llegar a un acuerdo justo en ese momento y no cuando uno de los dos, o ambos, estén rabiando de ira.

Pasaron dos horas desde que habían discutido. Continuabas envuelta entre las sábanas, el aire acondicionado enfriando la punta de tu nariz, enrojeciéndola, tus manos juntas escondidas entre la calidez de tus muslos.

Tus ojos comenzaban a pesar de tanto tiempo que llevabas derramando lágrimas, lágrimas de culpa. No debías haber tratado a Chan de esa manera definitivamente, menos aún si lo que ocurría contigo, no era su culpa en lo absoluto.

Quizá no era un gran rollo y solo le estabas dando vuelta en tu cerebro como loca, sobrepensando las cosas como si no hubiese un mañana. Pero no podías dejar de pensar en cuan cruel fuiste hace unas horas.

Debías disculparte, estabas convencida de que tenías que hacerlo, aún así, no sabías como.

-Babygirl, ¿puedo pasar?- su voz sedosa de siempre, pidiéndote permiso, sí, todo un caballero.

Sorbiste tu nariz con dificultad, tus fosas nasales ligeramente obstruidas. Asentiste un par de veces y te golpeaste mentalmente al recordar que él no te estaba viendo.

Un minúsculo "Sí" rectificó tu respuesta previa. Te sentaste en el tierno colchón, deshaciéndote de tus lágrimas con el interior de tus muñecas.

Ante tu simple voz de mando Chan se abrió paso a la habitación, cerrando la puerta detrás de su espalda y apoyándose en ella.

Te observó desde aquella distancia. Sus ojos enternecidos, con el mismo brillo en sus pupilas que la primera milésima de segundo que supo que existías.

Si antes te sentías muy mal, ahora viéndole mirarte, te sentiste mal al cubo.

No se veía enojado y tenía escrito en la frente las ganas de volver a estar en paz contigo, con su chica.

-Pequeña mía, ¿qué te ha pasado?- arrulló acercándose a ti, a paso lento, como si tuviera miedo de que el más mínimo paso en falso te volviese a colocar a la defensiva.

Las saladas gotas volvían a surcar tus mejillas. Tu rostro cubierto por tus temblorosas manos.

No tuviste el valor de contestarle, sin embargo, sabías que el mayor no se daría por vencido, aún si fuiste lo suficientemente ruda antes como para lastimarle de cierta forma.

-Shh shh, princesa, habla conmigo, por favor.- se sentó a tu lado, rodeando sutilmente tus muñecas para alejarlas de tu cara.

Tu mirada le rompió y reconsideró su parte de culpa en todo este torbellino temporal. Debió haber cedido cuando le pediste que se detuviera y no se avergonzaba de admitir que él también falló.

Le miraste, hipando silenciosamente y buscando las palabras de la retahíla de pensamientos que impedían su fluidez.-Lo siento, no debí hablarte así, tu nunca me has molestado Chan.- llamaste su nombre tras sacar coraje y poner pecho firme a lo hecho.