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Era cálido y áspero. Fue rápido y amable.

Era un beso áspero y caliente, y me mordía cuando nos separábamos. Fue como robar un dulce de la nevera, sabes que no puedes seguir robándolo, pero es tan sabroso que sólo piensas en hacerlo tuyo, porque eres tan estúpido como para querer más, más y más.

Y en el momento en que sentí la lengua de Taeyong en la mía, supe que estaba hipnotizada, atrapado y jodido. En el momento en que sentí sus dedos en mi pelo, supe que quería seducirme y que lo había conseguido, lo cual era bastante fácil para él. Supe en el momento en que sujeté su cintura que, como yo, él también estaba hipnotizado y entregado.

Tal vez, al final, no estoy tan jodido.

Sólo un poco.

Nos separamos cuando oímos un fuerte trueno, y entonces, antes de que pudiéramos decir nada, apareció Arin, a quien parecía no importarle el vestido mojado casi transparente.

La desnudez era bastante simple. Parece fácil para ellos, simplemente no les importa.

-Vamos a entrar. - Arin me tocó la espalda y llamó con la mano a Taeyong, que, aunque tenía la cara roja, no dejó que le molestara y se puso delante de nosotros. - Doyoung.

La miré fijamente, manteniendo los ojos fijos en su rostro. Sabía que probablemente estaba rojo de pies a cabeza y no quería que ella pensara que era por otra cosa que no fuera Taeyong.

- Te estás sonrojando. - Me tocó la mejilla con ternura. - Me gustan tú y Lucas, son diferentes.

Diferente puede ser, pero últimamente estamos un poco jodidos.

- Gracias. - Es todo lo que pude decir, manteniendo mi mirada fija en su rostro.

- Taeyong te toca como un tesoro. - Me tocó la punta de la nariz y luego volvió a mi mejilla. - ¿Te toca sólo en la cara?

Parpadeé rápidamente, confundida. - Me toca, pero nunca en las manos.

- Ah. - Apartó su mano de mi cara y me dedicó otra sonrisa, más tranquila que la primera. - Ya lo sabes.

- ¿Qué? No sé nada. - Me estreché las manos. - Había hablado con Lucas hyung y acordamos decir que no sabíamos nada por si alguien preguntaba algo.

Es como el caviar. Nunca lo he visto, nunca lo he comido, sólo he oído hablar de él. En ese caso, nunca lo he visto, nunca lo he comido y nunca he oído hablar de él.

- Ese Taeyong es el hijo de Hades. - Sus ojos me brillaron, y por un momento esta mujer consiguió asustarme. - Puede ser el hijo de Hades, Doyoung, pero tiene la protección de la primera hija de Afrodita, así que piénsalo bien antes de romperlo.

¿Qué?

- ¿Hola?

- Lucas tiene los ojos de Jungwoo, tú tienes el fuego de Taeyong. - Arin se hizo a un lado, preparándose para entrar en la casa. - Entra, Doyoung, va a llover más después de esa conversación.

No sé qué está pasando aquí, pero sé que tengo que hablar con hyung y luego podemos irnos.

Pero, ¿quiero irme?

No soy de aquí, no tengo nada aquí, sin contar a Lucas hyung. Aunque mi pasión desbordante pudiera considerarse una razón para abandonar toda mi vida, no lo veo así. Taeyong tiene un futuro incierto, y de cosas inciertas, sólo mi futuro es suficiente.

Ignorando todos estos sentimientos míos, entro en la casa después de Arin, mirando al cielo sólo para asegurarme de lo que estaba haciendo con mi vida. Todavía no lo sé, no he podido obtener la respuesta, pero espero con todo mi corazón que Dios me envíe una luz allí.

La Isla de Afrodita [Dotae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora