Te lo prometo [George Weasley]

yule ball

Narrador Omnisciente

Bendito sábado aquel, en el que se despertaron y una morena miró el pequeño calendario sabiendo perfectamente que día era. Eran las primeras navidades que todo el colegio se quedaba allí y no iban con sus familias, pero que podían decir, el torneo de los tres magos no se celebraba cada año, de hecho se daba lugar cada cinco.

- Chicas... — habló Arienne en un susurro — Es el día. Hoy es el Yule Ball.

Todas se levantaron y sonrieron mirándose entre si. No todos los días iban a un baile y más de aquella importancia como lo era el yule.

- Habrá que empezar a prepararse ya, son las 11 de la mañana pero los peinados quedan mejor haciéndolos de la manera muggle. — dijo Libby saliendo de la cama.

- Si, pero aqui somos todas "sangre pura" no tenemos ni idea de como se peinan los muggles. — contestó Felys.

- No todas — recordó Alice —, yo soy mestiza y podemos ir a peinarnos con Hermione, me lo sugirió ayer y tiene unas manos increibles para los peinados, va a peinar a muchas de las chicas de su casa por tres sickle cada una.

- Es una muy buena oferta, después volvemos aquí y nos maquillamos tranquilamente, pero por favor después de comer, necesito comer. — dijo Arienne.

- Yo también me muero del hambre — la apoyó Libby —, después de desayunar podemos hacer todo lo que os de la gana.

- Yo no tengo mucha hambre, me voy yendo a la habitación de Hermione que seguramente haya varias chicas ya allí. — les dijo Alice mientras cogía algo de ropa comoda de su baúl y se metía al baño para cambiarse.

Black cogió un pantalón de chándal gris, dos o tres tallas más que la suya y la sudadera de quidditch de George, como siempre se puso sus converse negras y se marchó a la habitación de la gryffindor dejando a sus amigas en su cuarto.

Por los pasillos no se veía ni un alma, ni siquiera estaban los fantasmas que se veían en un día corriente. Cuando llegó al retrato de la dama gorda esta le cedió el paso sin siquiera escuchar la contraseña.

La morena se dirigió hasta la habitación de Granger y cuando estuvo allí tocó la puerta para que la dejaran entrar. No tardaron más de cinco segundos cuando la puerta se abrió dejando ver a una Katy Bell con rizos y un recogido sencillo.

- Pasa Alice, pasa — dijo la chica haciéndose a un lado de la puerta —. Siéntate donde puedas, incluso en las camas, si quieres. Hermione volverá en unos minutos, ha ido a la habitación de Ginny.

- ¿Solo estás tú?

- Si bueno... Hablando de eso, tengo que comentarte una cosa que no se si te hará mucha gracia.

- Katy, ¿ha pasado algo?

- Angelina va a venir esta noche, solo esta noche, pero no te preocupes — dijo la morena viendo que a Alice se le cambió el semblante —. Han tenido en cuenta el daño que ha causado en algunos estudiantes, en vosotros, y va a venir con un cuidador, va a ser su pareja y la ca a acompañar para que no haga ninguna locura.

- Katy... Gracias por contarme esto, pero no quiero hablar de Angelina, ¿con quien vas a ir al baile?

- La verdad es que siempre imaginé un baile con Angelina y que ella fuera con Fred y yo fuera con George... Pero comprendí que no podia ser cuando vi que estaba enamorado de ti. — contestó Katy apenada — Pero bueno, es agua pasada. A tu pregunta, voy a ir con Oliver Wood, me lo pidió en uno de sus entrenamientos, cuando fui a verlo, llevábamos semanas hablando y bueno, me lo pidió.

- Eso es genial — dijo Alice —. Aunque no se si puede compaginar una novia con el quidditch, ese chico está casado con el deporte.

Ambas se rieron cuando Hermione entró por las puertas con Ginny, que parecia que venia a rastras y en pijama.