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—¡Es insólito que todos los días esté recibiendo reclamos! ¡Y ahora todos están callados! ¡Kim Namjoon!

—¿Qué?

—Tú eres el presidente de curso, ¿podrías decirme qué está pasando?

—Pasa que todos son unos monos.

—¡NAMJOON!

—Menos Jin, por supuesto.

El profesor Kim bufó exasperado. Llevaba días recibiendo todo tipo de reclamos y su trabajo se basó en disculparse justificando hasta lo injustificable. Parecía que todos se habían puesto de acuerdo. El estrés se lo estaba comiendo vivo.

—Min Yoongi, ¿qué pasa contigo? ¡Es la primera vez que recibo una queja sobre ti! ¡Tienes una mancha en tu historial!

—Existe una explicación —dijo el pálido.

—Y por supuesto que vas a dármela.

—La única verdad aquí es que el profesor de inglés cree que soy su burro personal. ¡Min trae esto! ¡Min lleva esto otro! ¡Estoy harto! —exclamó.

—¡Pero ese no era motivo para insultarlo!

—Quizá el insulto estuvo de más... Pero no, no pienso disculparme porque yo le expliqué de buena manera que tengo una lesión en el hombro, que estoy en lista de espera para ser operado y ¿qué hizo? ¡Enviarme solo con cajas llenas de diccionarios a la biblioteca! ¡Es un abuso hacia mi integridad física!

—Eso es verdad —respaldó Hoseok sentado al lado de su mejor amigo—. El profe de inglés lo envía solo y no deja que nadie lo ayude. Él tiene algo personal contra Yoongi. Es muy evidente.

—Su desagrado hacia mí es por el simple hecho de no participar de sus aburridas clases. No es mi culpa ser honesto.

—Está bien, cálmense. Conversaré con él sobre ese tema y Jungkook, quieres decirme por qué lo insultaste tú también. Puedo entenderlo de Yoongi, pero ¿de ti?

—Yo me ofrecí a ayudar y él me ignoró o fingió no escucharme. Es su problema si tiene oído selectivo.

Kibum suspiró.

—Chicos, deben entender que no pueden andar por la vida insultando a sus profesores. Ya ocurrió con Kim una vez y lo suspendieron una semana. Por favor no quiero que ninguno se quede en casa por cosas que se pueden evitar.

—Entonces que cambien al profe de inglés —opinó Jimin jugueteando con un lápiz—. Min no es el único que ha tenido discusiones con ese señor y si más de alguno tiene roces eso significa que nosotros no somos el problema.

—Veré que se puede hacer.

A Kim Kibum le tocó un curso complicado. Un curso que muchos rechazaron por malos comportamientos y rebeldía desmedida. Cuando él llegó fue recibido de buena manera, pero no va a mentir diciendo que nunca tuvo una discusión con alguno de sus estudiantes porque sería una mentira. Tuvo sus roces y con el tiempo se los ganó. Ahí descubrió lo maravillosos que podían ser, chicos incomprendidos increíblemente talentosos que lo único que necesitaban era apoyo y contención.

Pero demostrar ese hecho estaba siendo un desafío enorme. Que bueno que fuera persistente y paciente. 





Cuecas y empanadas ➺KOOKGIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora