﹆ 𝐷𝑢𝑙𝑐𝑒 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑝𝑎𝑠𝑡𝑒𝑙 ⦅🧁⦆

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Era un nuevo día en la ciudad y de nuevo comenzaba lo rutinario de la vida, los carros iban pasando a grandes velocidades, los niños y jóvenes iban a la escuela junto a lo que sería su futuro los adultos funcionales que iban a su trabajo, en este grupo se incluye Alemania que iba en su automóvil hacía su trabajo que para la buena suerte del hombre no se encontró con un exceso de tráfico así que no le tomó mucho tiempo llegar a su destino.

Una vez en este tomo su portafolio y se dirigió a su área de trabajo recordando todo lo que tiene que hacer en sus ocho horas de jornada, de vez en cuando algunos de sus colegas le saludaban dándole los buenos días cosa que era devuelta por el de lentes, llegó al área de descanso para empleados y dejó sus cosas solo sacando una tabla donde tenía algunas tareas a revisar.

—Ale—un llamado interrumpió su ida a iniciar con su trabajo.

El tricolor volteó al escuchar la voz familiar encontrándose con su mejor amigo que caminaba con rapidez hacia su persona.

—oh hola Rusia, que pa-

Sintió un tremendo jalón que lo regresó al lugar de descanso, el ruso una vez lanzó a su amigo dentro de cuarto cerró la puerta para evitar que alguien entrara.

—¿Y ahora a ti qué te pasa?—pregunto desconcertado Alemania.

—¿Cuándo pensabas contarme?—cuestionó Rusia haciéndose el dolido.

—¿el qué?—interrogó una vez más estando aún más confundido.

—¿ahora te vas a hacer el loco?, pensé que nos teníamos la suficiente confianza—la mano de ruso fue llevada a su frente de forma dramática.

—Rusia ya enserio, ¿de qué demonios hablas? no te estoy entendiendo sé claro—demandó el más bajo frotando su cien por la frustración de la situación.

—como que de que, dah del tricolor con el que estás saliendo.

Alemania alzó una ceja incrédulo—tres cosas, primera, no estoy saliendo con nadie, segunda, donde me viste para sacar esas conclusiones y tercero, eres un metiche.

—pero yo te vi con ese tricolor ayer en un restaurante comiendo, como te vi muy feliz pensé que ya por fin estabas comenzando a iniciar desde cero.

—Rusia ese tricolor solo es un amigo y ya te lo he dicho miles de veces, yo solo amo a Pol y siempre será así.

El ruso sostenía un rostro de insatisfecho debido a la respuesta de su amigo—¿cuándo entenderás que eso no es lo que querría Pol?

—si vas a iniciar una vez más con eso mejor me voy—el alemán dio la media vuelta con el propósito de irse.

—ok mínimo dime como se llama no.

—México, así se llama.

—perfecto...¿y tienes su número?—todo movimiento de Alemania se detuvo en ese momento.