﹆ 𝐷𝑢𝑙𝑐𝑒 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑝𝑎𝑠𝑡𝑒𝑙 ⦅🧁⦆

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—gracias por todo Méx—le sonrió el murica a su vecino.

—de nada, pero la próxima vez avísame que vas a venir—le miro con molestia.

—lo iba a hacer, pero lo olvide por completo, además no veo el problema en que venga.

—no tengo problema en que vengas menso, es solo que te gusta andar hablando de más—acusó.

—¡¿yo?!—exclamó dramático, pero al instante recordando lo que le dijo a Perú y Bolivia apenas se presentó—¿ah te refieres a lo de ayudarte con tu celo?

México abrió los ojos y cubrió rápidamente la boca del estrellado—¡no hables tan alto imbécil!

Usa se quitó la mano del chico de su boca mientras muestra una sonrisa pícara—¿que? ¿tienes miedo que café y pino se entere?—dijo haciendo referencia a Alemania—no te preocupes por eso no diré nada al respecto—México soltó un suspiro de alivio—pero me debes traer una docena de mis pastelillos favoritos por un mes.

—¿¡que!? estas pero si bien pendejo .

—bueno...¡CLARO MÉX, TE AYUDARE EN TU PRÓXIMO CE-

México ni tarde ni perezoso empujó al estadounidense afuera de la tienda por completo, esto y el grito del Usa llamó la atención de los personajes que los miraban desde hace rato hablar.

—¡tu quieres que te meta un putazo en los huevos ¿verdad?!

—jajajaja, es divertido molestarte, no te preocupes te voy a pagar los pastelillos, solo me los debes traer y nuestro secreto estará bien guardado—comentó en un intento de tranquilizar al mexicano.

—ay tú y tus mamadas, pero está bien, más te vale que cumplas con tu promesa.

—Méx, soy un hombre de palabra por eso no te preocupes, bueno ya me voy espero que me hables después de como te va con tu "pareja"—dijo lo último haciendo las comillas con sus dedos.

—eres peor que una vieja chismosa.

—en efecto, y soporta—empezó su caminar hacía su auto.

México no pudo evitar que una sonrisa surcara sus labios, aunque le era difícil admitirlo realmente apreciaba al estadounidense.

Mientras tanto dentro de la pastelería Alemania miraba todo lo acontecido anteriormente con un rostro de seriedad pura.

—si las miradas mataran ese chico ya estaría diez metros bajo tierra—comentó Rusia divertido mientras veía la seriedad en el rostro de su amigo.

—dejame en paz—miró momentáneamente al ruso para regresar la mirada a la figura de México que se despedía de Usa con un ademán.

—realmente te tiene que gustar para tenerte así—Alemania volteo molesto a ver a Rusia.

—no te equivoques aprecio a México como amigo, solo eso—aclaró.

—si realmente lo vieras como amigo no hubieras dicho que es tu pareja o estarías celoso por su relación con Usa.