Devil's Line - [Hyunho]

Line 03

Las clases de Minho transcurrían durante la tarde, a veces sus rutinas terminaban bien entrada la noche como era el caso de ese día. La diferencia de aquel día se debía a su profesor quién había requerido de su presencia y solicitó que se pasara por su oficina, esto debido a que tenía que hablar con él respecto a su rendimiento académico.

Golpeó tres a la puerta y esperó a que le dieran permiso de entrar. Segundos más tarde su profesor se encontraba frente a él, ambos todavía de pie en la entrada de la oficina en medio del solitario pasillo.

-Ah, Minho, te estaba esperando.

-Buenas noches, profesor. –Saludó educado.

- ¿Estas nervioso? - Preguntó el hombre mayor con una sonrisa de lado- ¿O por qué temblas tanto?

-Disculpe, es que hace un poco de frio afuera.

-Ya veo. - Minho se tensó cuando repentinamente se le acercó invadiendo su espacio personal y tocando su mejilla- Debes de tener frío. ¿Por qué no pasas a mi oficina y recuperas la temperatura?

-Yo...no...-Su profesor era un humano, podía escapar de él fácilmente, pero había algo que no lo dejaba, la presencia de su profesor lo ponía muy tenso y su cuerpo no respondía.

-Tranquilo, pasá y tomá un café conmigo mientras charlamos. –Dijo tironeando de la mano al castaño y haciendo que ingresara finalmente a su oficina cerrando la puerta a sus espaldas.

Su profesor le ofreció una taza de café caliente que Minho aceptó. Tal vez estaba siendo paranoico, pero algo de su profesor lo había asustado, caso contrario a cuando estaba con Hyunjin, que a pesar de ser un vampiro, no lo hacia sentir de esa manera. No tenía sentido, normalmente, los encuentros con los demonios eran los que terminaban en fatalidades.

-Me llegó un buen libro. –Habló su profesor sacándolo de sus pensamientos- Pensé en prestártelo cuando volviera a verte.

-Oh, no...no debe molestarse, gracias de todos modos.

-Si te ayuda a mejorar tu tesis, no me importa. – Insistía- Podes conservarlo el tiempo que quieras. Llevalo.

-Pues, si a usted no le importa. –Se rindió Minho aceptando el libro, pero en el segundo que sus manos se tocaron al pasarse el libro su profesor tiró de él contra su cuerpo y comenzó a besarlo.

Minho entró en pánico y lo apartó lejos de él, pero su profesor parecía tener más fuerza y lo acorraló contra su escritorio tironeando y rasgando su ropa. Minho gritó por ayuda, sin embargo a esa hora dudaba que quedara alguien en el lugar.

El miedo no lo dejaba pensar con claridad y como pudo logró empujarlo lejos suyo girándose y encaminándose en dirección a la ventana desde donde trataría de pedir ayuda, ya que la puerta la bloqueaba su profesor. Este se re incorporó y empujó a Minho contra la ventana provocando que esta se rompiera y los trozos de cristal cortaran las palmas de sus manos al intentar protegerse.

En el instante que los cristales cayeron al piso Hyunjin apareció ante su vista como un milagro a su pedido de ayuda. Este al ver y sentir el dulce olor de la sangre de Minho comenzó a sentir los signos de la transformación.

- ¿Qué carajos? - El profesor se veía un poco asustado al ver a un demonio de ojos rojos frente suyo.

Hyunjin se acercó a gran velocidad y comenzó a golpear el rostro del hombre. La sangre salía con cada impacto de su puño contra su cara, más no sentía deseos de beberla, la ira que sentía era mucho más grande, solo quería infligirle dolor. Minho se secó las lágrimas y se aproximó hasta Hyunjin.

- ¡Basta! ¡Ya fue suficiente! ¡Lo vas a matar! - Gritaba desesperado mientras tironeaba al peliblanco lejos de su profesor.

Ante esas últimas palabras se detuvo de seguir golpeándolo, giró a ver a Minho y al sentir el aroma de su sangre instintivamente se lamió los labios como acto reflejo. Trató de calmarse y ser consciente de lo que estaba haciendo antes de empeorar la situación aún más.