Devil's Line - [Hyunho]

Line 08

-Podes venir y sentarte. No vamos a hacerte nada.

- ¿Y perder la oportunidad de escapar en caso de que mientan? No, gracias. - Respondió el rubio de pie cerca de la ventana.

-Como quieras. –Se rindió el oficial- ¿Saben porque están acá? - Les preguntó a los hermanos.

-Porque sabemos cosas que ustedes no y eso los asusta.

-Felix. –Advirtió Minho, quería llevar la conversación en la mayor calma posible, pero lo veía difícil con la actitud de su hermano.

Después de que llegaran al bar, Chris le solicitó a Minho que debelara la ubicación de su hermano prometiéndole no hacerle nada a ninguno de los dos a cambio de recibir la información que querían.

Minho lo pensó durante un largo tiempo. No confiaba en ellos, solo en Hyunjin, pero tampoco quería ir a la cárcel o morir y abandonar a su hermano por lo que aceptó a regañadientes. Después de varias insistencias agradecía que Felix también haya aceptado.

-Lo que quiero saber. –Comenzó el oficial Bang- ¿Cómo hiciste aquella noche para controlarte y no transformarte? Tengo entendido que si ven o huelen sangre enloquecen.

-Fácil. –Dijo encogiéndose de hombros- Desarrollé una tolerancia a la sangre. Eso me permite tener control absoluto de mi transformación y me ayuda a vivir más.

- ¿Vivir más?

- ¿No lo sabían? Los demonios sobreviven sin sangre, ¿verdad? - Hablaba Felix- Pero la privación de sangre reduce la expectativa de vida. Por lo general, aquellos que no la consumen solo viven hasta los 35.

-Nunca vi ningún dato sobre la expectativa de vida de los demonios. - Intervino Seungmin sorprendido por lo que escuchaba.

-Eso es porque el gobierno nunca reveló ninguna de esas cifras. Aquella noche cuando le di la sangre de Minho a Hyunjin sus heridas sanaron, ¿verdad? Ese es el beneficio que obtenemos.

Hyunjin clavó su mirada en Minho en el instante que escuchó aquello. Ahora lograba entender porque sentía un fuerte y constante deseo de morderlo. Su sangre lo llamaba a gritos.

- ¿Cómo desarrollas esa tolerancia? - Preguntó repentinamente Hyunjin.

-Muy fácil. Bebo unas gotas de sangre todos los días para acostumbrarme.

-Es ilegal beber la sangre de los humanos. –Dijo Jeongin.

-No bebe sangre humana. –Informó Minho metiéndose en la conversación también- Yo le suministro por voluntad propia de mi sangre a Felix cuando la necesita. Eso le permite sanar sus heridas y ser tan fuerte.

La mandíbula de Hyunjin se tensó involuntariamente al saber que Minho le daba de su sangre a Felix. Al percatarse de su irracional reacción relajó su expresión y desvió la mirada hacia otro lado sintiéndose avergonzado.

Continuaron hablando durante varias horas más hasta que el lugar se fue vaciando. Minho conversaba con Seungmin y Felix dentro del bar mientras que Hyunjin que había acompañado a Jeongin al exterior.

-Así que el sexo entre demonios y humanos si puede generar descendencia. - Reía Jeongin exhalando el humo del cigarrillo- ¿Cómo crees que sea?

- ¿Qué cosa? –Hyunjin no le prestaba verdadera atención, su vista se perdía en los autos que transitaban por las iluminadas calles de la ciudad.

-El sexo entre un demonio y una humana. Tengo entendido que cuando ustedes se excitan demasiado suelen matar a su pareja y beber su sangre antes de eyacular.

-Jeongin, cállate.

-Tenés suerte de que Minho sea un mixto. –Hyunjin lo observó amenazador- Solo decía, tranquilo. Minho tendrá que amordazarte y atarte si deciden hacerlo.

Hyunjin se incorporó en su lugar con la clara intensión de ir tras Jeongin cuando la puerta del bar se abrió dejando ver a Minho.

-Yo me voy. –Dijo el oficial ingresando nuevamente al bar y escapando lejos de su compañero- Ustedes pueden quedarse y besarse todo lo que quieran. Nos vemos.

-Ignóralo. –Comentó cuándo el castaño se ubicó a su lado- ¿Ya querés irte?

Minho asintió con la cabeza y luego de entrar una última vez para despedirse del resto, volvieron juntos a la casa de Hyunjin.

Los besos se mezclaban con mordidas y respiraciones aceleradas. Las manos de ambos parecían desesperadas por tocar todo a su paso. Hyunjin elevó las manos de Minho sobre su cabeza inmovilizándolas contra la pared y permitiendo a su mano libre adentrarse y explorar entre las prendas del castaño tocando la piel cálida del menor.

Sus dedos fríos rosaron el pezón del Minho provocándole un gemido que atrapó entre sus labios al momento de volver a besarlo, sus temperaturas aumentaban al igual que el deseo que ambos tenían por el otro.

-Debemos frenar ahora. –Gimió separando sus labios de los de Minho para hablar, pero sus cuerpos parecían no querer separarse ni un milímetro.

-No quiero.

-Yo tampoco.

- ¿Y por qué nos frenas siempre entonces? - La mirada ardiente de ambos se encontraron en la oscuridad de la habitación y lentamente sus respiraciones volvían a ser regulares.

-Porque...si no lo hacemos, terminaras lastimado.

-Eso no lo sabes.

-Y no quiero averiguarlo, Minho. –Sentenció Hyunjin soltando con delicadeza sus muñecas y  separándose de su cuerpo dando pequeños pasos hacia atrás hasta detenerse al sentir la mesa chocar contra sus piernas. Hyunjin se dejó caer sobre esta tratando de relajarse y pensar con claridad.

-Podrías, pero el miedo te gana Hwang.

-Yo no...

-Bebe de mi sangre. –Minho avanzó los pasos que Hyunjin había retrocedido ubicándose así entre sus piernas, acorralándolo entre su cuerpo y la mesa- Gana tolerancia como Felix, vive más años Hyunjin. No perdés nada al intentarlo.

Hyunjin tragó saliva y su mirada quedó absorta en la expresión de Minho, se lo veía esperanzado y decidido, como si hubiese pensado ya en todo, como si con eso todos sus problemas se resolvieran.

Pero Hyunjin no podía, no quería, ya sabía cómo era el sabor de la sangre de Minho y tenía miedo de volver a enloquecer nuevamente no logrando controlarse lo suficiente y llegar al punto sin retorno de matarlo.

-Es tarde, vayamos a dormir mejor.

-Aunque no me des una respuesta ahora voy a seguir insistiendo.

Hyunjin volvió a ignorarlo y tomándolo de la mano lo guio a su habitación donde ambos se acostaron sin decir nada más que buenas noches.

Hyunjin lo había protegido todo ese tiempo y Minho se sentía mal de no haber hecho nada todavía por él. Creía que ofreciéndole voluntariamente de su sangre él aceptaría, pero se había equivocado. Hyunjin peleaba una batalla mental consigo mismo en esos momentos y no sabía que camino debería de tomar ahora.

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