•CAPÍTULO 22•

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~NO HAY NADA~

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~NO HAY NADA~

Brilló entre las aguas
y supe realmente que mi corazón se había hecho su dueño.


Narrador Omnisciente.
02 de Octubre.
Onlaria, Corte Oscura.

Kayden había dejado atrás a todos, incluidos a sus tres lideres que le gritaban que parara o que a donde se dirigía con tanta ímpetu. Pero no paró, no explicó y solo se subió a su caballo y lo hizo elevarse para después salir corriendo hasta donde sus sueños tanto le habian llevado.

Ivy.
Ivy seguía viva.

Esos eran sus únicos dos pensamientos, y a pesar de saber aquello, sus recuerdos no volvían. Se mantenía al borde, sabiendo que de cierto modo ella era importante pero sin sentir el porqué. A cada paso que daba, algo dentro de él parecía arreglarse, como si piezas se uniesen y esperarán por la aprobación de su dueño.
¿Acaso era posible aquello?

No.
Como tampoco se esperaba que al cerrar los ojos pudiese ver un hilo que giraba desde la tonalidad morada hasta el negro oscuro. Este brillaba con intensidad y cada vez parecía ser más grande.

—¿Acaso están vinculando se a mi? —pregunta malhumorado.

Kayden perfectamente podría haber dejado pase todo esto y seguir las órdenes de Mikel hasta cierto punto, pero a él se le caracteriza por su curiosidad, por su poder y por su intrépidas aventuras. Kayden no era de sentarse a esperar a que algo se arreglase. Era de salir y buscar por su propia cuenta que es lo que en su alrededor estaba sucediendo.

—¿Acaso debo saber quién es usted?

Una imagen de él preguntándose lo a una mujer de bellos ojos grises, se hizo lugar por su mente.
Él sacudió su cabeza sin darse por vencido e hizo que el corcel fuese a más velocidad.

—¿Qué es lo que no aguantas? —cuestiono intentado zafarme de su agarre, pero es casi imposible.

—¿Crees qué has salido de mi bosque encantado por suerte del destino o es que crees en los duendes que dejan cofres llenos de oro? —nada más terminar la pregunta, cayó a un lado de la cama cogiéndose el abdomen con la fuerza suficiente como para ser consciente de que le duele demasiado.

—¿Qué hiciste? —pregunté con una entonación bastante preocupada a mi parecer . Ojalá no hubiese sonado así pero cuando comienzo a ver como sus ojos se cierran con cierta firmeza, me levanto y lo ayudo a tumbarse bien en su cama.

—Te transferí mi energía mientras mis sombras te guiaban silenciosamente hacia aquí. Por eso me encuentro así princesa.Volvió a negar con la cabeza gruñéndose a su mismo que él jamás haría algo. Y según el recuerdo donde él aparece sujetado pro aquellos ojos grises azulados, todo lo que él pretendía ser, se estaba cayendo a trozos.

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⏰ Última actualización: May 11 ⏰

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