Capítulo 8

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La preparatoria... Para muchos es un lugar maravilloso lleno de recuerdos, para otros es un lugar sin importancia o incluso un lugar al que no quieren regresar... Para nosotros los de la lista negra, es como ser habitantes del reino animal.

"Es gracioso", se que piensas esto al leer estás palabras que ahora digo con tanta seriedad, pero la diversión en esto se a ido, esto es como vivir en las selvas. los depredadores están andando hambrientos y con ganas de poner sus filosos colmillos en alguna presa, las posibles presas luchan para esconderse de estos, ocultando su olor y su presencia, escondiéndose por dónde puedan o incluso entre una multitud todo para no ser encontrados... Claro que no quieres ser presa de estos carnívoros con sed de sangre.

Y hay estaba yo, escapando de aquellos leones que se juntan en manada con el fin de volverme su presa, su pasión es convertirme en su trapo de cocina con el que limpian la grasa y la humedad en esta,  me escondía entre escalones y en rincones cuando los sentía pasar, se que la e cagado al pedir que no me llamarán por mi nombre de pila, lo que hicieron con mi silla está mañana era solo una advertencia de lo que me iba a pasar después. Escapar y escapar de ellos era cansado, me escondí en los vacíos baños de la escuela con la intención de no salir hasta que la campana sonara, pero ya era tarde para esconderme en un cubículo del baño cuando ellos pasaron a este, unos depredadores que buscaban con ansias a su próxima presa y está por desgracia, era yo...

-wow, ¿Acaso piensas que no sabemos tus escondites Giyuu? Oh... Perdón, quiero decir Tomioka. No quiero molestarte con mi falta de respeto señor Tomioka

Atrás de este sonaron unas risas de sus acompañantes, su tonto chiste ya estaba gastado... No sé cómo es que les causa risa este juego de palabras tan cliché de película

-... ¿No responderas? Da igual.- El más alto jalo con fuerza la coleta de Tomioka jalando su cabeza hacia el  para  dar chance a qué uno de sus compañeros me golpear con fuerza en uno de mis brazos y dos veces en la barriga.

Se notaba que esto lo hacían por qué se enojaron con otra persona a la que no pueden golpear, soy su bola de estrés cada vez que algo les da rabia. Tal cual leones hambrientos golpeando a su presa con violencia en todo su cuerpo... Claro que menos en la cara, son acosadores pero no sin tan estúpidos como para arriesgarse a que los encuentran al verme golpeado. Solo dejaré que me lastimen y destrocen hasta que estén satisfechos y me pueda ir, al fin y al cabo esto es culpa mía...

Unos minutos después se aburrieron de mi y se fueron después de arrojarme al suelo

- Que ridículo eres, sabes que yo te llamo cómo se me de la maldita gana no como quieras- dijo uno de ellos tomándome del mentón - Es estúpido que sigas mirándome con esa cara indiferente de perro abandonado, deberías empezar a mostrar más emociones como los demas Giyuu-

Se fueron directamente del lugar riéndose de cualquier tontería que les diga su "líder" al parecer tienen el cerebro seco de tantas estupideces. Me quedé tendido en el suelo un rato antes de ir a mi siguiente clase, al entrar a esta me recibió el profesor de matemáticas el encargado de nuestro curso quien había pegado un plano con nuestros nombres en la pizarra...

- Ya llegó. Siéntese en la silla donde aparece su nombre en el siguiente plano.- dijo el maestro de matemáticas al verme llegar - Luego les explico- dijo para finalizar. Obedecí la orden y me senté en ese lugar que me indico.

Un escalofrío me pasó por todo el cuerpo ¿Me estaban acorralando? Era una trampa, estaba en el medio de dos personas. A un lado tenía a Obanai Iguro y del otro a Sanemi Shinazugawa, Obanai parecía odiar esto y a Shinazugawa-san parecía que le importaba tanto como le importaba la existencia de un rábano en el mundo. ¿Y yo?  Se podía decir que tenía miedo, últimamente me e estado sintiendo extraño con  Shinazugawa-san, y le tenía terror a Obanai Iguro ya que el me miraba de una manera que me daba tal escalofrío, es como si me importará más que opinaban ellos de mi que el resto de personas y eso es mucho decir ya que a mí realmente me vale que piensen de mi, pero con ellos quería lucir bien por alguna razón. Como si los conociera.

Me senté algo incómodo dejando mis cosas a un lado de mi asiento h sacando mis materiales para esta clase. Era tan incómodo que Iguro intentará no mirarme y que Shinazugawa intentará imitarlo, no dije nada estaba tan silencioso a nuestro alrededor, llegaron los que me habían golpeado hace un rato... Ellos se sentaron atrás de nosotros cosa que molesto al albino y al azabache al los lados míos, no querían ser parte de este problema, y los entiendo a la perfección.

- Muy bien. Se preguntarán porque razón están elegidos a sentarse de esa manera- dijo el maestro de matemáticas.

y claro que queremos saber. "Cámbiame de este asiento por favor" era lo que le rezaba a cualquier Dios que me escuchará, ya sea a Dios o a Buda o a Zeus cualquiera que me oiga ayúdeme a salir de aquí

- Pues gracias que en otros cursos en los exámenes de preparación algunos amigos se juntaron a hacer trampas y copiarse en los exámenes. Gracias a Dios aquí no a pasado todavía, pero vamos a organizarnos así por si acaso. Claro que haci evitaremos que hablen en clase juntando los con algunos compañeros con quién no hablan.- dijo el maestro de matemáticas

- Eso es fácil de llevar para Giyuu- susurraron los de atrás de nosotros haciendo que algunas risas resonarán el el salón de clases

Narra Sanemi:

Mierda... Ese ridículo niño de atrás me está empezando a molestar, mire hacia atrás y lo fulmine con la mirada cosa que lo molesto

- ¿Que mierda te pasa lunático de mierda?-

- señorito Yamada puede cerrar la boca un segundo- dijo el profesor de matemáticas, ese día el se ganó me respeto

Las clases siguieron igual y así de rápido llegó el receso

esos ojos azulesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora