Frente a frente en el sentimiento de un abrazo puramente simbólico supe que al contrario de mi primera impresión, no me uso, mas bien compartimos por primera vez un momento íntimo que sería egoístamente solo de nosotros, pero también era temerario seguir tentando la suerte, empero eso no impedía salir juntos hablando sobre temas mas mundanos y, que a la vista del cotidiano tránsito sería una plática habitual.
—Por cierto —me decía con indiferencia —ya terminé de calificar el último examen, y no vas bien —dijo negando lentamente mirando al frente ignorando mi reacción, a mitad entre indignación y sorpresa —tendrías que hacer un buen examen parcial, y recomponerte en el final.
Y ahí recordé que efectivamente habíamos ya sobrepasado el medio ciclo y estábamos entrando ya en la última parte de él, y apenas le quedaban unas pocas semanas, el peor de los escenarios se veía venir, no solo era posible otro ciclo en turno vespertino, a ese paso además sumariamos mas clases, pues mi promedio será aún mas bajo, pero siendo real yo contaba con la incondicional y lastimera amistad de Nelly, e inconsciente contaba con su ayuda injusta a mi favor, pero examen a examen a pesar de ser evidente que eso no se daría lo omití, y ahora explicita estaba admitiendo que eso no sucedería y que tendría que doblar esfuerzos para su cátedra, pues de ella no habría ninguna dádiva en mis calificaciones.
—¡¿Qué?!
Sin perder el paso guardo silencio mientras una leve sonrisa se deslazaba sin querer sobre su mejilla, taciturna negó con suavidad mientras contestaba en un murmullo.
—No puedo... —se quejó al tiempo que volteaba a verme de frente —tu sabes que no puedo.
Y la gran verdad es que yo había logrado una escueta pero evidente amistad con algunos pocos del grupo, e igual que para Nelly ellos sabían de sobra que no era el alumno mas brillante, si por alguna mágica razón esto cambiaba en el último minuto del ciclo sería de sobra obvio que algo extraño pasaba, y nadie me debía lealtad, así que una denuncia era mas que plausible, y la consecuente investigación, la forma fácil era tan simple como ser justa e incluso rigurosa al calificar por parte de Nelly, y sí, yo lo sabía, pero el ego simplemente me segaba.
—¿Y qué hago?
Ella me miró con admirada indignación, tratando de comprender la absurda tozudez de mi demanda, y a punto de un desplante de ira retomó con calma mientras sonreía un catedrático que pasaba junto a nosotros.
—¿Estudiar?
El catedrático soltó una pequeña sonrisa que Nelly no alcanzó a ver pero que a mí me regresó a la realidad y comprendí, ahí no podíamos ser amigos, de malas y con un apenas podrimos ser alumno y profesor, así que sonreí en plan de disculpa lo dejé pasar, aprovechando el momento con tristeza, pero de alguna manera satisfecho me animé pensando que el honor de Nelly habría salido avante, estaba claro que el catedrático habría pensado que ella me reprendía como su alumno, mejor aún, el entorno así lo pensaría, eso no solucionaba nada para mí, pero ahora, a pesar de los pesares, estaba a tiempo de recuperar mi promedio solo tendría que estudiar el triple, la reflexión en los hechos y taciturna caminata nos llevaran al punto donde sin remedio tendríamos que separarnos y seguir en caminos opuestos, en este punto ella simplemente reiteró sin énfasis en un tono casi de disculpa.
—Nos vemos en la noche.
Consciente ahora de lleno de mi posición, simplemente sonreí para dejar claro que no había resentimiento, ella correspondió y se perdió rápidamente en el pasillo, por un segundo no supe que hacer así que me quedé parado mirando a todos lados indeciso, y bien, espontáneamente tomé inconsciente el camino que siempre tomaba cuando me sentía solo, la biblioteca, navegando únicamente por instinto no prestaba atención al entorno, respondiendo sin cuidado a los saludos que salían al paso, y de un soplo divino aparecí en la entrada de la biblioteca, y lo mismo que antes sin mas que un reflejo condicionado encaminé a si el sitio donde habitualmente me instalaba con mis amigos, en un primer instante no me pareció extraño que al arribo y de lejos ver a Lisie, que a pesar de un amplia sonrisa parecía preocupada frente a ella Damián que a su diferencia sonreía con exacerbado entusiasmo, ambos enfrascados en una discusión no sintieron mi presencia, que de lejos parado los veía extrañado, fue hasta que Lisie dejó de sonreír y negó sin entusiasmo que cavilé y comprendí que hacia un rato ella se había despedido, y que Damián nunca se apareció en el comedor, al parecer algo de importancia sucedió y tuve el presentimiento justificado que eso me habría de afectar, pero en el semblante sobrio de Lisie los augurios no eran para bien, una vez mas sin darme cuenta en un evento esotérico me vi frente a ellos que seguían absortos en la discusión sin prestar atención a nada, y sí, yo era nada.
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Hace Tres Años
SpiritualRelato en prosa, narrado en forma anecdótica, en primera persona en un tiempo lineal, la historia de un joven en el vértice superior de un triángulo, donde su pretensa amiga, novia de su mejor amigo le ha abierto la sesgada posibilidad de tener una...