10: Belleza Maldita

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El demonio miró al pequeño humano, sus ojos rojos brillaban al admirar aquel rostro de expresión de total serenidad, sentimientos florecian dentro de aquel ser del caos, quería de alguna manera ser capaz de comprender qué era aquello qué hacia entristecer el corazón de Auron.

— Soy consciente de que soy hermoso, sé perfectamente que atraigo a muchas personas simplemente por mi belleza... Desafortunadamente esto más que ser una bendición, es en realidad una trampa mortal — el pelinegro continuó moviendo sus pies dentro del agua con lentitud — quiero contarte una historia ¿Estás dispuesto a escucharla?

— Lo estoy

— Bien, hace mucho tiempo descubrí qué mi belleza traía consigo una maldición, en aquel entonces yo conocí a una doncella... Una mujer de cabellos negros y ojos azules, se llamaba Mónica y tenía un pésimo carácter pero aún así con el paso del tiempo fuimos tratándonos y comenzamos a salir dejando nuestro odio atrás, ambos pensamos en casarnos, fue la primera vez que me enamoré... Sin embargo algo pasó y ella comenzó a enfermar conforme el día de nuestra boda iba acercándose... Ella murió justo el día en que se suponía qué sería la ceremonia

Auron sacó sus pies del agua para así poder abrazar sus rodillas, suspiró con pesadez y decidió retomar la historia.

— Después de aquello, pasé mucho tiempo con una tristeza enorme, una tristeza la cual era consolada por Adam, un hombre el cual era el mejor amigo de Mónica y mío... Aún lo recuerdo, era un hombre que siempre vestía traje formal, era cartógrafo y su cabello era castaño muy oscuro, era muy inteligente y de buenos modales... Nosotros pasamos tanto tiempo juntos y una vez superamos definitivamente el luto... Comenzamos a vernos de forma distinta, creí que podría ser feliz con Adam, si Mónica ya no estaba entonces podría tener una segunda oportunidad, un nuevo amor... Fui un idiota por haber pensado aquello, pues después de hacer formal nuestra relación y volver a planear una futura boda, todo se vino abajo... Vi a mi querido Adam ir muriendo lentamente... Lo vi abandonar esas sonrisas, esas palabras de cariño... Todo se esfumó — el humano miró al demonio brevemente antes de volver a bajar la mirada, quería saber si realmente le estaba escuchando — después de aquello comenzó a rondar rumores de mi acerca de que estaba trayendo desgracia a mis parejas, algunos me llamaban viuda negra y huían de mí, yo estaba solo y comenzaba a pensar en que lo mejor sería marcharme del pueblo... Sin embargo desistí de esa idea lo cual fue un error, verás hubo un hombre el cual se había enamorado de mí sin siquiera yo saberlo, un viudo el cual veía en mí a su difunto esposo... Un hombre el cual estaba completamente obsesionado conmigo, jamás sentí tanto temor en la vida como aquel día en que lo tuve cara a cara, era un tipo de cabellos naranjas largos y suaves, su piel era pálida y sus ojos verdes, los cuales tenían un brillo bastante escalofriante... Él decía amarme como nadie, fue capaz de secuestrarme y mantenerme cautivo en su hogar con tal de obligarme a corresponderle... Quería casarse conmigo y que yo tuviera a sus hijos... Él decía cosas raras, me llamaba “mi niña” y también que quería que mi sangre se mezclara con la suya por toda la vida... Mi libertad llegó cuando algunos pobladores lograron colarse en aquella casa y al verme atado me ayudaron a salir de ahí, resulta que Lolito tenía una lista enorme de crímenes y por ello estaban buscándole por todas partes, estando libre pude enterarme de cosas, como qué Lolito solía ser un hombre completamente normal, era un viudo el cual se mantenía fiel al recuerdo de su esposo... Sin embargo todo cambió en el momento en que me conoció, yo fui la causa de que él perdiera la cabeza e hiciera todo lo que hizo ¿Te das cuenta? Soy un peligro para todo aquel que me ame

— ¿No puede ser simplemente casualidad? ¿Un desagradable suceso tras otro?

— No lo es... Lo sé porque al mudarme del pueblo y venir a este, consulté con un vidente... Él me dijo claramente qué estaba maldito, que mi belleza era una maldición para traer desgracia a todos los que tengan sentimientos por mí... Yo no puedo tener una pareja, eso es imposible

— ¿No volviste a intentarlo?

Auron apretó los puños ante aquella pregunta, no sabía que tanto podía hablar de Luzu, después de todo él era la principal amenaza para los de la especie de Reborn.

— Cuando me establecí en este pueblo... Conocí a un buen hombre, alguien atento y muy agradable, nos hicimos amigos rápidamente y solíamos pasar tiempo juntos... Fue inevitable qué él comenzará a sentir cosas por mí... Pero más desolador fue el darme cuenta que él también había despertado cosas en mi corazón... Me sentí tan aterrado, tenía miedo de que él tuviera el mismo destino qué las personas a las que amé, así que comencé a idear un plan... Un plan para hacerle odiarme, le hice muchas malas jugadas... Cambie mi actitud con él y le traicioné de muchas formas distintas... Me convertí en una persona malvada solamente para protegerle... Cometí pecados los cuales ahora he expiado y recibí una segunda oportunidad por parte de los dioses pero quizás el castigo qué más me dolió fue el que recibí de aquel hombre... Cambió mi apariencia de forma temporal... Él hizo uso de magia prohibida con tal de atacarme, él aún no ha sido perdonado por sus crímenes pero me devolvió mi forma humana solamente que para mi infortunio... Mi belleza había mejorado aún más, supongo que comprendió qué no había castigo peor para mí qué eso... Es por eso que no puedo ser feliz con nadie

— Aún puedes hacerlo, siempre hay formas de lograr alcanzar tus objetivos— el demonio se levantó del suelo y comenzó a limpiar la tierra de su gabardina

— No es posible, no puedo ir matando a las personas que ame... No quiero volver a pasar por eso

— Entonces solamente te queda una salida

— ¿Una salida? — el pelinegro se levantó del suelo y miró al demonio

— Cásate conmigo

— ¿Qué? — el pelinegro se sorprendió ante aquella propuesta ¿Acaso no había escuchado la historia qué le contó?

— Lo que escuchas, sé mi esposo

— Pero... No quiero matarte con mi maldición

— No puedes matar con una maldición a alguien cuya existencia es el mal en sí

— No entiendo

— No puedes maldecir a los demonios, es simple Auron

— ¿Eso es verdad? — el humano se mostraba incrédulo ante esa lógica

— Claro que lo es, te digo una cosa Auron, tú puedes casarte conmigo así no te expones a otras personas y sé que con el tiempo podrás llegar a enamorarte de mí

— ¿Cómo puedes asegurar algo así?

— Lo sé, simplemente es eso... Piénsalo además ten en cuenta que no pienso hacerte nada que tu no quieras, si lo que quieres es un matrimonio de palabra entonces así será

El humano seguía tratando de procesar las palabras de aquel demonio, quería pensar que todo era una tontería pero es que ciertamente podría tener algo de sentido, si accedía entonces Luzu no volvería a acercarse a él, de esa forma se aseguraría de mantenerle con vida y también a todos aquellos que se han mostrado interesados en él... Sin embargo también temía qué algo saliera mal y Luzu se decidiera a matar a Reborn y sumando a ello ¿Qué se pensaría del hecho de que Auron el fiel devoto a la iglesia contraera matrimonio con un demonio?

— ¿Puedo pensarlo?

— Tómate el tiempo que quieras, soy muy paciente si se trata de ti

Continuará...

Inmundicia, misericordia, calamidad y belleza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora