¿Jiang Cheng embarazado?

05

- ¡Zewu-jun bastardo!  ¿Cómo te atreves a tocarlo?  - Dijo Wei Wuxian en voz alta mientras tomaba a Lan Xichen por el cuello de su túnica y la apoyaba contra la pared.  Sus ojos se pusieron rojos.

Jin Ling también parecía furioso, aunque trató de controlar la furia de Wei Wuxian para no golpear a Lan Xichen.

Lan seguía siendo tonto con todo el alboroto.  Entonces, ¿habían escuchado todo?  ¿Había dejado el doctor la puerta abierta?  ¿Por qué estaban allí?  Estas eran preguntas que no serían respondidas en el corto plazo.

Lan Wangji caminó en silencio hacia donde estaba Jiang Wanyin y se sentó en la cama a su lado.  Lan no tenía expresión, pero estaba preocupado.

- ¿Estás bien?  - preguntó Lan Wangji y Jiang Wanyin sacudió la cabeza negativamente.

Todo eso... Parecía una locura... ¿Estaban los dioses jugando con él?

Lan Wangji nunca fue mucho para consolar a la gente, pero Jiang Wanyin parecía estar en un estado lamentable.  Entonces Lan se preguntaba qué hacer todavía.

Jiang Wanyin se levantó sintiéndose mal del estómago.

Oye chico, no me hagas vomitar tanto.  ¡Ya no puedo con esta náusea!

Lan Wangji suspiró profundamente y acarició la espalda de su cuñado, instándolo a vomitar.  Y así lo hizo Jiang, atrayendo la atención de los alborotadores hacia sí mismo.

Los ojos de Wei Wuxian todavía estaban rojos, Jin Ling ya estaba preparado para golpear a Lan Xichen y Lan estaba tratando de controlar a las dos bestias.

- ¡A-Cheng!  - exclamó Wei Wuxian acercándose a su hermano y sosteniéndose su largo cabello hacia atrás, para no ensuciarlo.
Era tan raro que Jiang Wanyin fuera así.  Nadie había visto a Sandu Shengshou así, pero no era algo malo.

- ¡Tío!  - Jin Ling se alejó de Lan Xichen y se acercó preocupado.

- Déjame hablar con él correctamente – pidió Lan Xichen sintiéndose angustiada al ver a Jiang Wanyin vomitar tanto.

- ¡Callarse la boca!  ¡No es suficiente para todo lo que has hecho!  ¡No tenía idea de que pudieras ser tan anónimo Zewu-jun!  - Dijo Jin Ling apretando los dientes.

- Dicen que soy un desvergonzado, pero ustedes dos se superaron.  ¿Cuándo se hizo este niño?

- ...

- ¡Para!  – Jin Ling regañó a su tío Wei Wuxian.

- Deberías calmarte.  El bebé necesita al padre tranquilo.

- Hanguang-jun ¿por qué estás tan tranquilo al respecto?  ¡Este es un hombre embarazado!  ¡Y no cualquier hombre, sino mi tío!  ¿Alguna vez has visto a un hombre embarazado antes?

Tan pronto como escuchó esa frase, Jiang Wanyin, que acababa de vomitar, comenzó a llorar ... ¿Por qué le tuvo que pasar eso a él?  Jin Ling tenía razón, un hombre embarazado... era demasiado absurdo.  Sandu Shengshou estaba perdiendo la cara frente a todos, su dignidad fue pisoteada.

¡Que diablos!  No debería haber... Si pudiera volver al pasado, ¡envolvería a Zidian alrededor del cuello de ese estúpido primer jade!

- Si perder el control no le sirve de nada, obsérvalo.  - dijo LanWangji.  Y todos vieron a Jiang Wanyin tratando de secarse las lágrimas que insistían en caer, sus pensamientos eran un completo desastre, cada vez más crecían las ganas de llorar.

- Fuera - ordenó Jiang Wanyin.  Le gustaría estar solo un poco más… No era el momento para estar en medio de un problema, y tampoco era el momento para que esas personas se dieran cuenta.  Cuanto caos...

- Ayah A-Cheng, no seas tan serio.  Tener un bebé es genial, ¿eh?  He intentado por todos los medios quedar embarazada de Lan Zhan, pero nunca lo conseguimos... ¡Un bebé como tú será maravilloso!  ¿Te imaginas salir con el color de tus ojos?  ¡Voy a apretar sus mejillas tan fuerte!  - Wei Wuxian comenzó a hablar sin parar para calmar a su hermano.

-Wei Ying...

- ¡Salgan todos!  ¡Déjame en paz!

Nadie se movió.

- No tienes que enfrentar esto solo, después de todo, nos tienes a nosotros.  Y el estúpido Zewu-jun.  Después de todo, él también es el padre, ¿verdad?  - Dijo Wei Wuxian.

- ¡Debes casarte con mi tío ahora!  - Jin Ling se dirigió a Lan Xichen con una mirada asesina.  Todavía no creía que Jiang Wanyin hubiera tenido relaciones con Lan Xichen.  El pobre Jin Ling pensó que su tío permanecería soltero toda su vida.

Lan Xichen parecía tan perdido en medio de ese caos que estaba dispuesto a asumir una relación y al niño.  ¿Por qué estaban actuando como si hubiera hecho algo horrible?

Por supuesto, tendría que copiar muchas reglas, después de todo, se emborrachó, tuvo relaciones sexuales antes del matrimonio, convirtió a un niño en un hombre y, además de eso, Sandu Shengshou, uno de los hombres más respetados en el mundo del cultivo. a él mismo.

¿Por qué estaba todo en esa dirección catastrófica?

Lan Xichen se acercó a Jiang Wanyin atrayéndolo lentamente hacia ella con cuidado, y lo abrazó besando la parte superior de su cabeza.  Lo que Jiang necesitaba en ese momento era apoyo.

- No estarás solo.  No importa que seas el primer hombre embarazado en el mundo de la cultivación.  Solo demuestra lo bueno que eres.  Después de todo, el lema de tu secta es intentar lo imposible... ¿No es algo que has hecho?  Estaría mintiendo si dijera que recuerdo haber tenido... (tos)... De todos modos... Pero creo en tus palabras.  Me dijiste que el mundo de la cultivación es cruel con lo desconocido, y así es, pero nadie permitirá que te lastimen, y mucho menos a nuestro hijo.

Jiang Wanyin, al escuchar esas palabras que salían de la boca de Lan Xichen, sintió que su corazón se llenaba de consuelo, confianza y paz... No estaba solo.  Luego sus brazos rodearon la cintura del hombre mayor y apretó con fuerza.

- ¡Ya llega!  Detente- dijo Jin Ling mientras empujaba a los dos.  Estaba bebiendo vinagre al ver a su tío tan cariñoso con Lan Xichen.

Después de recomponerse, Jiang Wanyin maldijo a Lan Xichen durante mucho tiempo, aceptando así su propuesta de matrimonio después del nacimiento del niño.

No solo expulsaron a Lan Xichen del pabellón, también a Wei Wuxian y al resto.  Por supuesto, eso fue culpa de Wei, ya que le hizo una rabieta intensa a Jiang Wanyin para que le permitiera tocar su vientre.  Jiang Wanyin se fue, luego perdió los estribos, activó a Zidian, rompió algunos muebles y finalmente echó a todos.

Afuera esperando a que la bestia se calmara, Jin Ling tocó el hombro de Lan Xichen sacudiendo negativamente la cabeza - ¡Estás jodido, buena suerte!

Lan Xichén sonrió...

- Hmm.💙