LA PRINCESA SUPREMA

CAPÍTULOS DEL 96 AL 100

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CAPÍTULO 96. DIOS MÍO
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"¡Saludos a Su Alteza Real el Príncipe!"

El sonido pareció hacer temblar incluso el suelo bajo sus pies, y Luo Zhiyuan y el equipo Tormenta se quedaron congelados en el lugar por un momento.

Durante mucho tiempo, todos mantuvieron la posición de rodillas.

El equipo Tormenta había estado sentado en sus caballos sin moverse. No porque no quisieran, ni porque tuvieran nada en contra de Su Alteza el Príncipe.

Fue porque estaban completamente aturdidos y asustados.

¡Ese era el príncipe heredero!

Los niños como ellos, que crecieron en un lugar pequeño como la ciudad de Liuyun, se sentían asombrados incluso cuando conocían al alcalde de la ciudad de Liuyun, y ni siquiera se atrevían a mirar de frente a los funcionarios de un lugar como Yuncheng cuando los veían, ¡y mucho menos a Su Alteza el Príncipe Heredero en frente de ellos!

¡El príncipe heredero del Imperio Longqin, que está por encima de todos los demás, es también el futuro Emperador de Longqin!

La capital imperial de Long Qin, digna de ser un lugar donde los expertos son tan numerosos como los perros y los nobles se pasean por todas partes, y en su primera llegada, ¡vieron a Su Alteza el Príncipe Heredero!

Debido a que los miembros del Equipo Tormenta estaban demasiado conmocionados y se sentían un poco culpables de haber peleado antes con los guardias de la Capital Imperial, todos se sentaron rígidos e incómodos en sus caballos.

Sin embargo, en este momento, la multitud también estaba de rodillas y completamente inconsciente de la rudeza y la insolencia del Equipo Tormenta.

Mu Xuan tampoco se arrodilló.

Al ver la cara de Jun Wuji, el joven sirviente del tercer príncipe se arrodilló directamente. Aunque el tercer príncipe y el príncipe heredero eran hermanos, pero... Al príncipe heredero siempre le gustaba burlarse de él. Su miedo al príncipe heredero era peor que los demás. Después de arrodillarse en el suelo, su cuerpo no pudo evitar temblar.

El más descortés de los presentes era, naturalmente, Luo Zhiyuan, que se mantenía erguido frente a Su Alteza Real.

Después del impacto inicial, Luo Zhiyuan recuperó la conciencia.

Pero en cuanto recuperó el sentido, toda su atención se centró en el hombre que tenía delante, y se olvidó de arrodillarse.

El hombre estaba cubierto con una túnica oscura bordada con hilo dorado y patrones de olas. Su noble aura no podía ocultarse. Su temperamento ya era extraordinario y luego mirando su apariencia, era tan perfecta que nadie podía encontrar ningún defecto. Si uno se encontrara con un hombre así entre semana, incluso Luo Zhiyuan, no podría evitar suspirar sorpresivamente.

Pero no quería suspirar en este momento.

Sus hermosos ojos de melocotón se encontraron rápidamente con los suyos mientras fruncía el ceño mirando a los ojos del príncipe heredero.

Era un par de ojos azules helados.

Esos ojos eran puros y parecían contener innumerables emociones.

Había una indulgencia contenida en esos ojos. El frío y las llamas se mezclan, aparentemente indiferentes y apasionados, lo único cierto es que lo mira con seriedad, y con gran persistencia.