NAMJOON;short stories.

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“When you lose something you can't replace"

T

enemos meses y meses intentando quedar embarazados y no podíamos, llegué a ese punto donde todo dentro de mi se alarmó. Al principio para nosotros era una clara distracción y satisfacción en coger como conejos, tener el espacio libre para caer en la tentación repetitivas veces para ser específica unos tres meses, semana por semana teniendo sexo aquí y allá... Básicamente es imposible que todavía no fuera capaz de hacer gestación.

¿Acaso era un problema?

Tanta preocupación me condujo a tener ese tema de conversación con Namjoon, alguna vez escuché que los hombres suelen tener complicaciones con su esperma porque no tiene el suficiente digamos “poder” para lograr engendrar, es eso o puedo ser yo. Alguna vez cuando era adolescente se me presentaban dolores menstruales inusuales, sin embargo, mi madre no los notaba porque yo sufría en silencio ya que se suponía que era normal durante la menstruación, ¿no?

Detesto haberme saltado el importante paso de asistir al ginecólogo alguna vez en mi vida.

Mientras iba de camino por los pasillos del hospital me vinieron susurros de hace un par días atrás charlando en la cocina.

—Puedo chequearme yo también, si quieres así salimos de dudas los dos.

apreté mis labios pensativa, quizás sí serviría de algo alguna revisión.

—Puede ser, aunque me aterra saber que tengo una posible enfermedad, digo que deberíamos— concorde.

Namjoon frotó su palma por parte de mi hombro, aliviando la pesadez.

—No creo que sea algo realmente malo.

No lo sabemos, hasta ahora. Puede ser cualquiera cosa.

Agache mi cabeza apoyando mis brazos en el mármol.

—Esta bien, tú irás a chequearte igual yo. No puede ser peor.

Porque todo lo que hacía era pensar que estaríamos bien, para aliviar el dolor de cabeza.

—Y si algo está mal— dice él depositando un fugaz beso en mi mejilla— Lo solucionaremos.

El doctor me hace tambalear en el asiento apuntando con su pequeña linterna cegandome directamente los ojos.

—Disculpe señora Kim, se le ve muy distraída.

—Si, lo siento— muevo mi cabeza de lado y lado, intranquila— Lo escucharé.

Cuando estoy así es por algo que me pega muy fuerte tanto que todos mis sentidos se bloquean.

—Bien, se lo repetiré una vez más— él hombre mayor toma el papel entre sus manos, ajustando sus lentes para relatar firmemente— El resultado de sus exámenes arrojaron endometriosis, lo que me sorprende es el hecho de que usted evidentemente no sabía de esto. Es algo grave para la mujer, debe tomar medidas desde ahora.

¿endometriosis?

Tenía que ser tan descuidada para no darme cuenta de este rollo, tuve que tener deseos de embarazo para que saliera a flote esto.
El hombre con los papeles uno encima de otros, más las hojas esparcidas con el lapicero ajustado entre los dedos abre su boca para hablarme más del tema y, debería darle atención a su discurso pero me detengo a pensar en lo descuidada que fui conmigo misma, tuve síntomas extraños y nunca le di su debida importancia.