⿻ 𝗛𝗝. ◠ Fanfiction / Proceso 𔘓
─ Jay ni siquiera hablaba apropiadamente coreano, pero necesitaba la beca y eso requería horas enteras de estudio.
Parecía que al chico que vive a su lado no le importa, porque siempre tiene una maldita canción a...
- Sinceramente, Jay creía casi imposible que una amistad pudiera ocurrir entre la persona que vivía a su lado, siempre retumbando canciones en sus paredes, desconcentrándolo y causándole dolor de cabeza.
Pero pasó, porque todo es posible. Ya no había canciones a todo volumen, ahora había risas, había pláticas largas y profundas... había abrazos. Jay encontró una amistad verdadera y pura en los brazos de HeeSeung, su vecino.
Le gustaba oírlo cantar, porque lo hacía como un dios. Sus versos eran arte fluyendo por sus oídos, y cuando HeeSeung le escribió una canción sólo para él, Jay sintió mariposas en su estómago. Era realmente tarde, Jay estaba recostado en la cama de HeeSeung mientras hacía tarea como de costumbre, decidió que acabaría mañana y que debía ir a dormir. Entonces se quedó sin palabras al ver la expresión de HeeSeung. Estaba de pie frente a él y sus mejillas estaban completamente sonrojadas, su mirada le huía y mordía su labio con nerviosismo.
─ ¿qué pasa, Seunggie?
─ te escribí una canción.
Esta vez fue Jay el que sintió sus mejillas rojas, creyó que alguien le había robado el aliento. (sí, había sido el pelinegro frente a él.)
─ ¿puedo oírla ya?
─ dice algo especial... importante, tendrás que esperar a que sea el momento adecuado...
─ esperaré lo que haga falta.
El no resistió más y envolvió sus brazos por la cintura del mayor, sintiendo su corazón acelerarse como cada día, cuando tomaba de excusa el despedirse para abrazarlo. Se atrevería a decir que era su momento favorito. Y el de HeeSeung.
Parece que habían sido creados para encajar en los brazos del otro, dándose abrazos de espaldas, de frente o acostados, y JongSeong aprovechaba siempre para demostrarlo.
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