Luego de lograr una coleta, que eventualmente se cayó. Rubius decidió que hoy el pequeño dormiría en su casa, porque se había reído tanto, y había sentido tanta calidez, que el simple hecho de pensar en llevarlo a otro lugar le causaba muchísima angustia.
Cuando lo llevó hasta su habitación, Titi lo miraba con los ojos muy grandes, como si esperara algo.
“¿Qué pasa?” Rubius se quedó en el marco de la puerta. Entonces recordó que habían comido chocolate, quizá a Titi le dolía la tripa. “¿Te duele algo?”
El pequeño negó suavemente.
Rubius se peino el cabello hacía atrás, sin saber qué hacer. “¿Y qué pasa chiqui?” volvió a preguntar.
“Papá” dijo simplemente y Rubius suspiró.
“¿Quieres a tu papá?” Negó y apuntó a Rubius con su pequeño dedito.
“Papá”
Rubius tuvo que reprimir la sonrisa, y las lágrimas también. De tristeza o de felicidad, no lo sabe.
Iba a responder algo, pero los golpes en su puerta lo interrumpieron.
“Ya vengo, ¿vale?” Titi asintió y Rubius salió para encontrarse con Quackity en la puerta, con una sonrisa. “Hola Quack”
“Hola Rubios” el pelinegro se apresuró a besar la mejilla de Rubius y entró a su hogar con toda la confianza del mundo. “Oye, mi casa es un desastre, y quería ver a Titi. ¿Puedo dormir aquí?” las palabras salieron tan rápido de la boca del mexicano que Rubius no pudo negarse.
Titi bajó tiempo después para encontrarse con Quackity.
“¡Quack, Quack, Quack!” el pequeño dio saltitos de felicidad y Rubius alzó las cejas.
“Se aprendió tu nombre y el mío no” Rubius se cruzó de brazos. Quackity abrazó a Titi por los hombros y miró a Rubén con una sonrisa de victoria.
“Somos mejores amigos pendejo” le guiñó el ojo y Titi también, o bueno, eso intentó.
Rubius tuvo que llevar al niño a la cama un poco obligado, porque el pequeño Titi quería seguir jugando con su gran amigo Quackity, aunque pelearán gran parte del tiempo.
“Tú eres muy bueno” Quackity le dijo cuando estaban solos.
Rubius no comprendió.
“Eres bueno siendo padre Rubios” Quackity ya se había colocado una cama junto a la de Rubius, lo que no parecía ser buena idea, pero a ninguno le desagradaba realmente.
“Ya, pero no soy su padre” hizo una mueca.
Quackity parecía pensativo.
“Pero podrías serlo. Yo solo digo...” se encogió de hombros y luego se acostó. “Buenas noches, Rubius”
“Buenas noches Quackity”
• paul.
ay k bonitos :(
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not my son! • rubius
Fiksi PenggemarCuando Titi pronuncia las palabras 'papá', el mundo de Rubius se pone patas arriba.