7.

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Rubius había decidido dejar de lado todos los pensamientos intrusivos que lo invadieron durante todos esos días. No había una razón muy especial, o tal vez sí.

Paseando por el pueblo se dió cuenta que habían abierto una tienda de ropa para niños...

Y él conocía a un niño muy especial.

No fue difícil convencer a Titi, pues al instante que el pequeño comprendió a donde su padre lo quería llevar, le hizo muchísima ilusión, saltando de alegría como era característico de él, y Rubén no podía estar más contento de verlo feliz.
Cuando llegaron, Rubius tuvo que correr detrás del pequeño que había salido disparado entre las grandes estanterías llenas de ropa con bonitos dibujos y colores excesivamente llamativos y chillones. Rubius intentaba convencer a Titi de que le gusten unas camisetas de Pokémon, pero al niño parecía importarle muy poco eso realmente.

Rubius había decidido sentarse en uno de los sillones de la tienda mientras Titi elegía su ropa, entonces algo llamó su atención.
Él no sabía qué ropa prefería Titi, si "de niño" o "de niña"

Se sintió muy confuso durante unos momentos, perdido en su mente, hasta que sintió que el pequeño lo llamaba. Lo tomo en brazos y lo sentó en su regazo, sin saber cómo iniciar la conversación.

“Oye... ¿tú qué eres?” Titi torció su cabeza con una mueca de confusión, sin entender a lo que se refería su padre. “Tú” lo apuntó con su dedo “¿Eres niño o niña?”

Titi se vió confundido otra vez. Y al niño no le agradaba eso, estaba a punto de echarse a llorar, y Rubius entró en pánico cuando vió el puchero en los labios de su hijo.

“No, no, no, no” le tomó la manita con cuidado. “No llores, ¿por qué lloras?” lo reconfortó de inmediato. “A ver, yo te voy a queres, seas niño, niña, o lo que tú quieras” dijo con la suavidad que solo un buen padre podía tener, pero aún no lograba que Titi entendiera a qué se refería.
Sonrió un poco por la inocencia de su hijo, supone que el niño es mucho más feliz así, sin preocuparse por eso realmente.

“Eres un Titi muy bonito, ¿eso está bien?”

“Du” le mostró sus dientitos cuando sonreía.

Rubius estuvo muy feliz ese día, viendo con mucha atención y anotando en su memoria los gustos preferidos de su hijo, como el color verde, el amarillo, y el rosado.
Estuvo tan feliz que casi no le molestó cargar con 10 bolsas de ropa luego, mientras su hijo esté feliz, él podría ir contra el mundo entero.

• paul.

mi mejor comfort 😿

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⏰ Última actualización: Sep 15, 2022 ⏰

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not my son! • rubiusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora