Melissa Jones y la puerta secreta [La Otra Madre x Mel Jones] ✔ -Terminada-

Capítulo VII

Mel no sabía exactamente cómo debía sentirse.
Había una sola gota de culpabilidad que la consumía lentamente hasta la depresión.
Por un lado no se arrepentia de nada pero por otro solo desearía gritar hasta estallar.

Luego de un par de horas su mente se cansó y se rindió. Se acostó sobre el piso húmedo y mojado con cuidado de encontrar una postura cómoda ante la dureza. Sin conseguirlo se quedó dormida al cabo de unos minutos, sus párpados se sintieron cansados y vio negro.

...

Mel sintió una rara textura molesta tocar la punta de su nariz. Abrió los ojos con lentitud solo para encontrarse unos grandes y curiosos ojos azules brillantes mirándola fijamente, ella tuvo que cubrir su boca para no gritar de sorpresa cuando vio a la figura y descubrió que se trataba del gato negro misterioso qué había visto un puñado de veces en la casa del vecino Wybie Lovat.

¿Pero qué hacía ese gato aquí?, se preguntó.

Decidio levantarse para mirar al gato y acariciar temerosa el pelaje sarnoso.

"¿Qué haces aquí, Señora Jones?"preguntó... El gato.

Esta vez Melissa gritó casi a todo pulmón cuando el gato habló. ¿Desde cuando los gatos hablaban?

¿Estaba loca?

¿Estaba alucinando?

¿Era solo un sueño producido por su mente cansada?

"T-tú... ¿Hablas?"le preguntó.

El gato pareció reirse burlonamente"Creí al menos que no estaba privada de.. el sentido del audio".

"Porsupuesto que no"se quejó ofendida.

"Coraline se parece a ti, ya veo de quién sacó su personalidad"dijo y eso pareció llamar la atención de Mel.

"¿C-conoces a mi hija?"le preguntó sorprendida, aunque luego se burló de su propia pregunta. Claro que lo hacía.

"Sí.. Y ella está aquí, con ella"dijo escupiendo lo último con desagrado en su voz profunda.

"¿Conoces a la Otra Madre?".

"Hago"admitió"ella y yo no nos llevamos muy bien".

Era espeluznante la mirada que le dio a la mujer con la que compartía la fría habitación, sus ojos eran tan llamativos como el resto del lugar y podía perderse en ellos.

"¿Y tú que hiciste para enojarla?"le preguntó el gato negro a Mel quién apartó la mirada sintiéndose cohibida.

"No quiero hablar de eso"dijo en un sonido triste.

"Pero supongo que quieres salir se aquí lo más pronto posible ¿no?"adivinó.

Melissa negó con la cabeza"Es mejor que me quede aquí"le contestó.

"Oh vamos, no me digas que ya te atrapó en su telaraña..".

"Algo por el estilo"asintió vergonzosa"ella no es tan mala.."susurró lo último.

"¿Enserio?"se burló"¿Entonces por qué te mantiene aquí encerrada?".

El gato se arrastró hasta subirse sobre su regazo, ella lo acarició suavemente en su pelaje y lo escuchó ronronear.

"Es mi castigo"murmuró"la hice enojar... cómo sabes".

"¿Cómo sabes que ella volverá por ti?, probablemente ya se haya olvidado de tu presencia y engañado a Coraline para coser botones en sus ojos"le dijo y ella lo miró ofendida.

"No eres muy amigable ¿verdad?"se quejó.

"Podría decir lo mismo de usted, Señora Jones"le replicó"... Entonces, supongo que la dejaré sola.."dijo bajándose de su regazo y comenzando a irse.

"¡No!"gritó"Espera... quiero salir"aceptó.

El gato rió"Oh, ¿alguien está siendo traviesa?.. a mamá no le gustará eso".

"¿Me vas a ayudar a salir o no alimaña?"el gato gruñó ante el nombre despectivo"lo siento.. ¿Cómo te llamas? claro.. si tienes un nombre"le preguntó.

"Gato está bien para mí"le dijo.

"Gato.. bien.. dime ¿cómo salimos de aquí?".

"Es simple. yo salgo y te saco desde afuera"dijo como si fuera obvio.

"¿Tan fácil?"se sorprendió.

"Es fácil salir si estás afuera. te pueden sacar pero tu no puedes irte sola, necesitas de alguien que te empuje".

"Bien.. entonces"se calló cuando el gato saltó por la pared que se abrió en un tono verdoso"¡Espera!"le gritó.

Su salida se cerró al instante y ella pareció rendirse.

Genial, otra vez encerrada.

Sorprendentemente una pata pareció aparecerse desde afuera hacia la pared,

Era el gato.

"Vamos Señora Jones, tome mi pata"dijo el gato y ella hizo lo que le dijo.

"¿Cómo me sacaras?.. ¡Eres solo un gato--!"su voz se cortó cuando salió del sombrío lugar y calló hacia el lados de afuera con fuerza.

El ruido resonó por toda la casa cómo trampolín.

"Mel, ¿eres tú?"preguntó la peligrosa voz de la Otra Madre viniendo desde el segundo piso.

Pronto escuchó pasos que se convirtieron en pisada furiosas. Mel tragó en seco con miedo.

El gato desapareció, magnífico, simplememte magnífico.

Melissa corrió hasta afuera de la casa con una velocidad sobrenatural que no sabía que tenía ignorando los gritos furiosamente enojados de la Otra Madre.

Corrió y corrió hasta chocarse con quién parecía una figura pequeña,

Coraline.

"¡¿Mamá?!"gritó la niña.

"¿Coraline?"preguntó cautelosa"¿eres tú?, oh por favor dime que eres tu y no eres parte de mi imaginación o maquinacion de esa bruja de ojos saltones"rogo.

"¡Soy yo!"dijo abrazandola"¡Mamá la Otra Madre tiene a papá!"le dijo sollozante.

Oh no, Charlie.

"¡¿Qué?! no.. No, no, no ¡No!"Mel sintió que estaba hiperventilando.

"Mamá.. tranquila, te vas a desmayar"intentó tranquilizarla.

"¡¿Ella tiene a tu padre?!"chilló.

"Ella hizo un muñeco, cuando volví a casa papá no estaba y encontré a una versión de el pero con botones en sus ojos.. Ella lo estaba vigilando, no sé donde lo tiene"le explicó.

"Maldita bruja"gruñó"Coraline.. Tu tienes que irte, vete, corre ¡Sal de aquí!"le pidió"Yo puedo hacer un trato con ella y salvar a tu padre, me quedaré.. se que la convenseré.. sé que lo haré".

"¿De qué hablas mamá? ¡No te dejaré aquí!"replicó la niña de cabello azul.

"Coraline.. ¿qué no entiendes?, es inútil luchar contra ella, perderás.. no puedo dejar que te arriesgues".

"Mamá.."sollozó"no quiero dejarte aquí".

"Lo sé, lo sé... pero tienes que irte, prometo que tu padre estará bien pero necesito que te vayas.. por favor Coraline"suplico sintiendo las lágrimas quemar sus mejillas"se que nunca pude ser la madre que querías que fuera pero quiero hacerlo y esto es lo mejor para ti".

Coraline asintió"Está bien.. me iré, te amo mamá"le dijo sinceramente abrazandola por última vez.

"Yo también te amo mi niña"le dijo su madre antes de qué la niña peliazul se fuera desapareciendo por completo.

Melissa Jones volvió a la casa de su infancia decidida.

Estaba yendo justo a su trampa.

Ella lo sabía muy bien.

Pero no importaba

No tenía nada que perder.