Lo siento, amor...

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Un pitido agudo era todo lo que podía escuchar. Mi cuerpo dolía tanto... como si un F1 me hubiera pasado por encima. F1... Jisoo...

Abrí los ojos y me incorporé sintiendo cables tirar de mi cuerpo. Una ligera punzada en mi antebrazo izquierdo me hizo gemir. Pude notar que tenía unas vendas sobre este y mis costillas.

- ¡Lisa! - Rosé entró por la puerta corriendo hacia a mí. - Tranquila, por favor... respira. - dijo tratando de tranquilizarme. 

Sentía cómo mi pecho ascendía y bajaba a toda velocidad.

- ¡JISOO! - grité - ¡JISOO! 

- ¡Enfermera! - Los gritos de Rosé alertaron al equipo médico que rápidamente entró inyectándome un calmante. 

Sentí mi cuerpo desfallecer mientras observaba a Rosé que murmuraba un "Lo siento, amor", mientras acariciaba mi mano. Lo último que recuerdo es su mirada y sus ojos llorosos antes de volver a dormirme.

No sé cuánto tiempo pasó, pero el leve toque en uno de mis hombros me hizo entreabrir los ojos. - Rosie... - susurré cuando vi su hermoso rostro a mi lado.

- ¿Cómo te encuentras? - fruncí el ceño al notar dolor en mis costillas al tratar de incorporarme.

- Mierda... - ella sonrió y me empujó suavemente hacia atrás. Luego apretó un botón y el respaldo empezó a moverse hasta ayudarme a incorporarme. - ¿Qué ha pasado?

- Has tenido un accidente y te has roto una costilla y dislocado el hombro. Además te has quemado un poco el brazo - dejó una caricia sobre este.

- ¿Dónde está Jisoo? - pregunté alarmada. - ¿Dónde está mi hermana?.

- Tranquila amor... - susurró.

- ¿Ella está...?

- Está bien, está viva y a salvo. - solté aire dejando que mi cuerpo se relajara.

- Quiero verla, Rosie.

- Lo harás, pero debes descansar un poco.

- ¿Cuánto tiempo llevo aquí?

- Al menos tres días. - solté aire. 

- Por favor, ayúdame, quiero ver a Jisoo.

Ella me observó y dejó una leve caricia en mi rostro. - Por favor... - supliqué.

Rosé llamó a las enfermeras que protestaron al principio, pero logró convencerlas de que me sentaran en una silla de ruedas. Poco después Rosé me conducía por el pasillo hasta la habitación de mi hermana.

- Lili... - se agachó colocándose frente a mí. - Antes de que entres, tengo que decirte algo. 

La observé con el ceño fruncido sin entender por qué el misterio de sus palabras. - ¿Qué pasa?

- En el accidente... - sus ojos se llenaron de lágrimas. - Jisoo no salió muy bien parada. 

- ¿Qué...?

- No... - tragó saliva. - ella no ha despertado todavía... 

- ¿QUÉ? - grité notando mi corazón acelerarse. - ¿Cómo que...?

- Tranquila, por favor... - susurró tomando mi rostro entre sus manos. - Respira amor, por favor. - acarició mi rostro. - Hazlo conmigo, por favor...

Traté de regular mi respiración a la vez que la suya, con el corazón totalmente destrozado y la cabeza a punto de un colapso.

- ¿Estás más tranquila? - asentí levemente. - El médico ha dicho que tratemos de tener paciencia. Está en coma, y sus heridas son bastante fuertes... debemos esperar a que despierte para poder saber cómo realmente se encuentra. - asentí lentamente mientras ella dejaba un beso sobre mis labios. - Estaré contigo, te lo prometo.

My Problem? YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora