- ¿Qué crees que estás haciendo? - la empujo observándola con incredulidad.
- Lo siento... de verdad que lo siento, pensé que...
- Pensé que había quedado claro que esto no podía volver a repetirse. Pensé que había sido muy clara sobre mis sentimientos. - ella me observa cabizbaja.
- Sinceramente... no puedo deshacerme de unos sentimientos tan rápido. La noche ha ido bien, solo... pensé que...
Mi cabeza daba vueltas, estaba totalmente nerviosa. Me retiré el abrigo y se lo entregué. - Mira... eres una gran chica y quizá podríamos ser amigas, pero no hay nada más. Lisa es la persona a la que amo, y si acepté quedar contigo es porque pensé que tus disculpas eran sinceras. Más allá de eso, creo que no tengo nada más que decirte. - me giré empujando el carrito de mi sobrina.
- Rosé, lo siento. - negué con la cabeza.
- Yo también. - metí el carrito en el portal y desaparecí de su vista.
Ya en casa me ocupé de acostar a Ellie, me di una ducha rápida y me senté en el sofá. Mi cabeza daba vueltas y más vueltas. Había sido una completa estúpida al creerle a Lee Hyeri cuando dijo que comprendía que no habría más... le había creído cuando se disculpó y me pidió ser su amiga. Qué estupidez... debí haberle hecho caso a Jennie cuando dijo que no le olía nada bien su arrepentimiento repentino.
Quería gritar de frustración, pero todo lo que podía sentir era agotamiento. Estaba terriblemente cansada. Felizmente había terminado ya la carrera, pero lidiar sola con Ellie, con el Rocket y la búsqueda de un empleo estaba acabando conmigo, y si a eso le sumamos que mi doble vida estaba creándome un gran problema con Lisa... Oh Dios... soy un maldito desastre.
Tomé mi teléfono revisando los mensajes, no había ninguno de Lisa. Normalmente pasábamos el día escribiéndonos... ¿qué podía haber pasado para que dejaras de hablarle a Chaeng?. Por Dios... ya estaba hablando como si otra personalidad viviera en mí.
Me tumbé en el sofá repasando mentalmente mi vida. Echaba de menos Alberta. Aquel algo... aquella cabaña vieja... sentir el aire fresco entrar en mis pulmones y los sonidos de la naturaleza mezclándose con la melodía del destartalado piano que mi abuelo había rescatado de un contenedor.
- Ojalá estuvierais todavía aquí... nada de esto habría pasado y yo seguiría siendo feliz. - murmuré girándome para observar el portarretratos de la mesa de centro. Ahí, junto a ellos descansaba una fotografía mía y de Lisa junto a Ellie. Podía ver su amplia sonrisa, la felicidad en su rostro... algo que no había vuelto a ver tan sincero como aquellos días. Le había hecho daño, mucho daño y ahora... ahora estaba haciendo lo mismo.
Me giré tomando un cojín entre mis brazos, rehuyendo a mis pensamientos, cerrando los ojos en un intento de dejar mi cuerpo rendirse al sueño.
La mañana llegó y el sonido del teléfono me despertó. Jimin quiso informarme sobre la decisión del juez y eso consiguió levantarme el ánimo. Lisa estaría muy contenta y feliz y yo quizá podría acercarme a ella de alguna manera... esperaba que eso pudiera juntarnos un poco y quizá ella acabe viéndome con otros ojos.
Me puse en pie y atendí a Ellie que ya estaba despierta jugando con su peluche. Estuve tentada a sacarle una foto y enviársela a Lisa... Lisa... Tomé el teléfono de Chaeng y le mandé un mensaje "Buenos días, ¿hay alguien al otro lado?"
- Hola cariño, buenos días - dije acercándome. Ellie levantó los brazos y una risa junto a un "Lozy" salió de sus pequeños labios, enterneciéndome. - ¿Sabes? Ahora Lili va a poder verte cuando quiera, podremos verla más seguido, mi pequeña. ¿Estás feliz?.
ESTÁS LEYENDO
My Problem? You
FanficUn regalo inesperado vuelve el mundo de la piloto de fórmula 1, Lalisa Manobal, un verdadero problema. Así que decide buscar ayuda, encontrándola de manera fortuita en una rubia de ojos chocolate que esconde un pequeño secreto. Roseanne Park necesit...