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-Pórtate muy bien osito por favor

Yoongi se hallaba de cuclillas frente a su hijo despidiéndolo para que entrara a la guardería.

El pequeño llevaba su mochila con forma de león en la espalda llena de juguetes y una libreta, mientras miraba atentamente a su papi con esos ojitos siempre enamorados y analíticos asintiendo a todo lo que éste le dijera.

-No quiero que golpees a nadie Soobin -advirtió Yoongi de nuevo, pues aunque no había vuelto a recibir ningún reporte sobre eso igualmente no quería arriesgarse a dejarlo pasar y que volviera a suceder

-Sí papi Yoonie -respondió con esa dulce voz que le endulzó el oído una vez más

El mayor asintió dejándole un beso en la frente y se puso de pie sintiéndolo aferrarse a sus piernas antes de ser llevado por su maestra hacia el amplio salón en el que ya se encontraban sus compañeros jugando.

A Yoongi le preocupaba un poco el desarrollo de su hijo, estaba consciente de que Soobin no era muy bueno haciendo amigos, y no estaba mal, realmente él tampoco era una persona que tuviera muchos amigos.

Pero no quería que eso lo afectara, sobre todo ahora que estaba creciendo tanto repentinamente y que pronto comenzaría a ir al siguiente nivel de educación.

Jin está llamando...

Miró su celular antes de llevarlo a su oído.

-¿Sí? -respondió acomodándose la camisa

-¿En dónde estás? -se escuchó al otro lado se la línea -Estoy en tu puesto de trabajo atendiendo clientes porque no estás aquí

-Ya estoy en camino, me entretuve un poco con Soobin -cubrió la bocina del celular para hablar sin embargo Jin pudo escuchar a la perfección cómo Yoongi pedía al taxista que parara el auto

-¿Ya llegaste?

-Ya -dijo rápidamente -Estoy entrando

Cuando llegó al edificio no dudó en correr hacia la puerta después de saludar al policía de la entrada; al ver su puesto de trabajo justo miro a Jin atendiendo a una pareja.

Rápidamente se incorporó a ellos después de un cordial saludo y comenzó a dar informes a los clientes sobre el departamento en el cuál estaban interesados.

Pasaron unos minutos, y hasta que ambos se despidieron pronto Yoongi pudo respirar con tranquilidad. Había llegado tarde y él jamás llegaba tarde.

Ni siquiera había podido saludar bien a Jin, ya que en cuanto él había aparecido el mayor se había ido a su puesto de trabajo en otra área de la agencia. Y originalmente su trabajo no sería dar los informes sobre los departamentos, él era sólo el recepcionista, pero si alguien llegaba directamente con él nunca era molesto ayudar, teniendo en cuenta que conocía de sobra el trabajo.

El resto del primer turno laboral había estado tranquilo, con algunas personas llegando y otras yéndose, a las cuales siempre recibía o despedía con una linda sonrisa como era su trabajo. Nunca había tenido problema con ello, era sencillo y no manejaba tanto papeleo, sólo una gran lista de números telefónicos y nombres por si alguien importante llegaba y tenía que informar a su jefe.

Ese hombre no le agradaba, jamás lo había hecho.

Era un hombre grande, ya sobrepasaba los cincuenta, las arrugas a los lados de sus ojos rasgados lo delataban, era un misógino de primera, aunque en realidad era irrespetuoso con todos.

Y ahí era donde entraba el problema de Yoongi; porque su jefe era irrespetuoso con todos, menos con él.

Desde el primer momento en que había ido a pedir empleo por recomendación de Jin y lo había conseguido de manera sorprendentemente fácil algo no le cuadraba del todo. Pero después lo entendió.

𝑺𝑪𝑨𝑵𝑫𝑨𝑳 ❤︎ 𝙺𝙾𝙾𝙺𝙶𝙸 | 𝕥𝕖𝕣𝕞𝕚𝕟𝕒𝕕𝕒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora