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Terminar un tour por el continente era algo que la banda había estado esperando desde hace meses.

El hacer conciertos, el mirar a sus fans era bastante gratificante teniendo en cuenta el arduo trabajo que les había costado conseguir un contrato.

También porque eran jóvenes, y muchos agentes se los decían cuando hacían las pruebas para poder entrar a una discografía.

Pero ahora, cerca de sólo tres años adelante la banda era la más exitosa del continente asiático, teniendo en cuenta el género rock que tocaban, no eran una banda "convencional" junto a todas las demás, sobre todo de su país.
Desde un inicio tenían en claro la esencia que querían mostrar, pues nada era fingido, pero ahora ya no eran esos niños tocando rock en eventos clandestinos y ensayando en ese local que a penas podían rentar.

Ahora "CYPHER" era la banda que, gracias a su último tour, había comenzado a conseguir contratos alrededor del mundo y próximamente uniría fechas en el continente europeo y americano para su próximo tour.

La banda estaba emocionada, vivían una buena vida, aunque con más de un exceso, una banda que realmente no era para todos, con conciertos algo pesados pero entretenidos para el público más maduro. 

El sonido ensordecedor de su celular le hizo despertarse con un quejido debido a la luz, juraba que había apagado ese aparato del demonio precisamente para no ser despertado.
La camioneta de la empresa lo había dejado en su departamento hace casi cuatro horas a penas debido al vuelo que se atrasó.

Era su primer día de vacaciones después del tour y todo lo que quería hacer era dormir y dormir.

Pero su celular no planeaba callarse así que se levantó estirando su cuerpo y escuchando los crujidos de sus huesos para después buscarlo con la mirada hasta encontrarlo en el bolsillo de su pantalón en el suelo.

¿Qué?

No me hables así JungKook
ya estamos afuera ábrenos
estamos tocando la puerta desde
hace minutos

La llamada fue colgada y Jeon sólo quiso que alguien le diera un golpe por ser tan despistado, miró la hora en su celular, daban exactamente las diez de la mañana.
De pronto recordó lo que había al parecer olvidado por completo.

-Mierda -pasó ambas manos por su cabello para dirigirse rápidamente al baño y lavarse los dientes y el rostro en tiempo récord mientras seguía exclamando -mierda mierda mierda

Salió con un pantalón deportivo pero no se molestó en colocarse algo en el torso, fue hacia la sala observando el gran desastre que había y comenzó a guardar todo lo más rápido que pudo aún exclamando aquella maldición.
Era más que seguro que recibiría un regaño, o por lo menos una mirada reprobatoria.

Una vez que todo estuvo, aceptable, corrió hacia la puerta abriendo y sus ojos se iluminaron al mirar al amor de su vida, bueno, a los dos amores de su vida.

-Hola Yoonie -exclamó en un suspiro

Pero el otro pelinegro sólo le miró molesto adentrándose sin decir nada y dando una rápida mirada hacia el interior del lugar, un completo desastre que obviamente Jeon había intentado disfrazar.

-Lo olvidaste -dijo molesto aún sin mirarle, el mayor caminó cerca de él, tenía muchas ganas de abrazarlo, o darle un simple beso en la mejilla, pero sabía que no podía, ya no podía

-Anoche llegué muy tarde, acabo de despertar -dijo acercándose más hasta rodearlo con sus brazos, intentando no aplastarlo -No te enojes

-Es que ya me cansé de esto JungKook, no te vemos en meses, y cuando es tu turno ni siquiera lo recuerdas, no podemos continuar así, aunque sea que lo anoten en tu agenda

𝑺𝑪𝑨𝑵𝑫𝑨𝑳 ❤︎ 𝙺𝙾𝙾𝙺𝙶𝙸 | 𝕥𝕖𝕣𝕞𝕚𝕟𝕒𝕕𝕒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora