19

21.1K 2K 138
                                    

Jungkook fue el primero en despertar por la mañana, el sol aún no salía y debía apresurarse si quería alcanzar a preparar el desayuno antes de que Jimin deba entrar a sus clases. Así que poniéndose en marcha se levantó de la cama lo más sigiloso que pudo para colocarse ropa interior y una sudadera y salir de la habitación en dirección a la cocina.

Hizo algo rápido y sencillo después de ver qué en hora y media Park debía estar en la universidad.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— Príncipe despierta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


— Príncipe despierta. — con voz suave y ligeros movimientos Jimin comienza a despertar, se remueve en el colchón soltando quejidos para finalmente abrir los ojos encontrándose con la resplandeciente sonrisa de su novio. — buenos días cariño.

— Bien día. — murmura con voz baja medio adormilado. Pero no le toma mucho para reaccionar en que se encuentra completamente desnudo en la habitación de su novio después de haber pasado la noche con el (y no durmiendo como anteriormente habían hecho).

El sonrojo se apodera de su rostro y se apresura a cubrir su cuerpo con la cobija. Jungkook ríe enternecido y se tira prácticamente sobre el menor, con cuidado de no apoyar todo su peso sobre el.

— Hey, está bien. No tienes de que avergonzarte lindo.

Jimin se encoge sobre sí mismo y evita mirar a los ojos del contrario.

— ¿Te sientes bien? ¿No te duele nada?

— Jungkook. — se queja abochornado. Adora que Jungkook esté tan preocupado por el, pero no puede ignorar la enorme vergüenza que recorre cada centímetro de su cuerpo. — estoy bien.

— Me alegra saberlo. — deja varios besos por el rostro del menor para finalmente hacerse a un lado. — te traje el desayuno.

Jungkook se pone de pie y va a su armario para tomar alguna playera para el menor, se la da y este se apresura a colocarsela y finalmente sentarse sobre la cama. El desayuno es dejado justo frente a él y en un silencio cómodo ambos se dedican a comer.

— ¿Sabes? A noche, bueno en la madrugada más bien. — comienza a decir el más alto, llamando la atención del contrario. — me llamaste por un lindo apodo. Sé que no te gusta usarlos ni que te los digan y lo respeto totalmente, pero ¿Podrías decirlo solo una vez más?

don't touch me « kookmin au »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora